El Politólogo y director del departamento de Ciencia Política de la Universidad del Cema, Alejandro Corbacho, dialogó con La Política On Line y dijo que Kirchner está "buscando maximizar el poder" y vive en una "campaña proselitista permanente" en relación al manejo que se efectuó en la rescisión del contrato con Aguas Argentinas.

La Política: ¿Cuál fue su primera impresión de lo que sucedió con Aguas Argentinas?

Corbacho: El problema con Aguas Argentinas viene de hace mucho, de arrastre, y se sabía que la compañía estaba en la mira. Lo primero que se percibe es que, curiosamente, en la opinión pública hay un clima favorable en relación a lo que sucedió, y creo que el gobierno toma medidas siguiendo el humor social. Aquí tenemos un gobierno que se fija permanentemente en encuestas y en ese sentido avanza.

No niego que en estas medidas pueda haber un componente ideológico, pero crear este cuento de que en los 80´ las compañías eran maravillosas no tiene otro objetivo que crear un clima favorable para estas decisiones, y tener una mayor recepción en la gente, siempre teniendo en mira las elecciones de 2007. Mire, todas estas medidas tienen el color de una campaña: el tema carnes, la pelea con Uruguay, la rescisión del contrato con Aguas Argentinas, se vive en una campaña permanente.

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LP: ¿Cómo seguirá la cuestión teniendo en cuenta que usted señala que la población tomó favorablemente la medida?

Corbacho: Y bueno, ese es el temor que debemos tener, cómo sigue todo esto. Yo miraría Aerolíneas Argentinas, yo creo que el ojo del gobierno puede estar sobre esa empresa. El gobierno no podía de entrada salir a nacionalizar compañías, pero ahora está más estable, con una economía que crece, así que el riesgo es que quiera ir por más. El correo, los ferrocarriles o algunos ramales que fueron estatizados van funcionando bien, pero me parece que el tema de Aerolíneas puede ser un gran problema.

LP: ¿Podrá este Estado cumplir con las expectativas de la población?

Corbacho: La trampa está en lo siguiente y así le respondo ¿Cómo un Estado que no puede controlar o regular a compañías privatizadas va a poder dirigirlas? En lo inmediato la compañía va a poder funcionar sin mayores problemas, pero luego de un período va a ser más de lo mismo: más empleo estatal, clientelismo político a través de tener gente trabajando allí, etc. Básicamente lo que está buscando Kirchner es ampliar su base de poder y enviar un mensaje de decir: "No somos los de antes".

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LP: ¿Qué habrá pasado en la población que otra vez reivindica estas medidas después de los grandes problemas que hubo en los 80´ con los servicios públicos?

Corbacho: Bueno, son ciclos. En los 80´, el Estado de Bienestar entró en crisis, cayó el modelo porque las empresas no invertían y el Estado era absolutamente ineficiente, había grandes problemas de gestión. Hoy el discurso es la queja de los usuarios, en muchos casos con razón, pero hacia organismos de control ineficientes y pasivos. Así que, la pregunta es: ¿A quién le vamos a reclamar cuando una empresa del Estado no funciona, al mismo Estado? La posibilidad es que volvamos a ciertos rasgos de la década del 80´ y eso no es saludable.

LP: ¿Cómo enmarcaría el discurso y las acciones de Kirchner en este proceso?

Corbacho: Lo gracioso en todo esto es que Menem y Kirchner son peronistas, qué problemas para los que no lo son, ¿no? El tema es que ellos buscan maximizar el poder y lo que hacen es cambiar el modelo. En los 90´ era privatizar y negociar con las concesionarias; hoy, parece que retornó la idea de estatizar y tener un Estado más activo, así que Kirchner se mueve en esa idea y en esa línea, siempre buscando más y más poder.