El director de la casa de Santiago del Estero y operador de la UCR en Capital Federal, Bernardo Abrocese, volvió a hacer de las suyas y a meter en problemas a su jefe político, el gobernador Gerardo Zamora. Ahora, fue su intervención para traer al país al “Cobos paraguayo” la que desató la polémica.

Se trata de Federico Franco, el vicepresidente electo del presidente y ex obispo, Fernando Lugo. A Franco, en las oficinas de la Casa Rosada ya le pusieron ese apodo por su distanciamiento de su compañero de fórmula, jugada similar a la del argentino Julio Cobos.

De hecho, en si visita al país traído justamente por Abrocese, Franco fue ninguneado y evitado por las autoridades nacionales, pero la nueva participación del operador radical lo pusieron, tal vez, en su mejor lugar: logró que sea Cobos quien lo reciba como autoridad del Estado argentino. Eso al menos confirmaron fuentes cercanas al mendocino a La Política Online.

Lo primero que se desprende de esta jugada es algo que ya se sabía entre voces. Esto es que, pese a la distante relación de Cobos y Zamora, uno ya lejos de los Kirchner y otro que insiste con la idea del “radicalismo K”, Abrocese al menos en el ámbito porteño juega con el vicepresidente.

Para convencer a Franco de venir a la Argentina, Abrocese apeló a sus contactos. Así, habló con Enrique Nosiglia para que le habilite el Elevage, coqueto hotel que el “Coti” posee en la zona de Plaza San Martín, como base de operaciones. Igualmente, Nosiglia poco tiene que ver con la movida y simplemente tomó el asunto como un favor.

Con el bunker en el bolsillo, le dijo al segundo de Lugo que allí le llevaría empresarios argentinos con ganas de invertir y hacer negocios en Paraguay. Claro que hasta aquí, lo único que consiguió fue fotos políticas de poca monta. Toda una avivada porteña.