(*) Por Rodrigo Herrera Bravo

Sin ninguna duda, el logro más importante que consiguió la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires durante 2005 fue la sanción de la Ley orgánica de Comunas. Con la aprobación de la Ley 1777 no solamente se saldó una mora constitucional de más de 4 años, sino que se dio el primer paso para concretar la descentralización política y administrativa de la Ciudad.

Luego de severos desencuentros y postergaciones en torno a la sanción del régimen legal de las comunas, durante 2004 la Comisión de Descentralización y Participación Ciudadana que me tocó integrar decidió llevar adelante una estrategia tendiente a incluir en la discusión a la mayor cantidad posible de vecinos y lograr con su apoyo la aprobación de la ley antes de la finalización del año. Para ello, a lo largo de siete meses, la comisión sesionó fuera de la Legislatura en cada uno de los 47 barrios porteños, convocando a ONG ‚´s, vecinos independientes y todos aquellos ciudadanos que quisieran participar en dicho proceso a fin de relevar y construir colectivamente las ideas fuerza que debería contener la futura ley.

De este proceso inédito hasta el momento, surgió la letra de la actual Ley de Comunas, que tiene como objetivos principales:

1) Darle al vecino una mejor calidad de gobierno y gestión, permitiéndole decidir y controlar en su barrio lo que hace el gobierno de la ciudad.

2) Mejorar la calidad de representación, al poder elegir mediante el voto popular representantes de la junta comunal encargados de defender los intereses propios de cada comuna.

3) Acortar la brecha entre representantes y representados: los miembros de la Junta pertenecen a la comuna, se eligen en la comuna, desempeñan sus funciones en la comuna y rinden cuentas en la comuna.

4) Hacer inmediata la solución a los problemas de vecindad, descentralizando en la comuna las herramientas necesarias para resolver muchos temas comunales sin depender de los tiempos y la burocracia del gobierno central.

La sanción de la Ley de Comunas fue un importantísimo logro en sí mismo, pero hoy la responsabilidad de hacerla realidad se encuentra en manos del poder Ejecutivo. Con el fin de monitorear este proceso, la propia Ley creó una Comisión de Control y Seguimiento integrada por la Comisión de Descentralización y Participación Ciudadana de la Legislatura y organizaciones vecinales.

Desde la presidencia de dicha Comisión sólo podemos denunciar la inacción del Poder Ejecutivo en materia de descentralización. Esperamos que el recambio de autoridades conlleve reformas estructurales que den un impulso importante a la reforma del Estado que todos queremos para nuestra ciudad.

(*)Diputado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Bloque Frente Compromiso para el Cambio.