El ex secretario General de la CTA, Víctor De Gennaro, quien viajó a Brasil invitado por el presidente Lula para presenciar las elecciones, mantuvo un interesante diálogo con La Política Online en el que aseguró: "La victoria del domingo y la de diciembre de Hugo Chávez marcó un piso de la unidad latinoamericana, y sobre este punto ya no hay vuelta atrás. En noviembre de 2005 se le dijo no al ALCA, ahora vienen otros tiempos, otras ideas, otras propuestas, viene otra construcción".

Sin darle crédito a las críticas, De Gennaro sostuvo que el PT sigue siendo un partido "socialista y de izquierda" y le restó crédito a los analistas que sugieren que ante la falta de apoyo parlamentario Lula deberá recostarse sobre sectores conservadores de la política económica de su país.

La Política Online: ¿Cómo analizó el triunfo de Lula?

De Gennaro: Fue realmente un triunfo importantísimo. Estuve en el acto de cierre de la semana pasado y creo como expresó el propio Lula que ir a la segunda vuelta fue una bendición. Eso permitió discutir más a fondo los proyectos de país, se generó una movilización muy importante de la militancia, y se fortaleció la idea de que ganaron los de abajo contra los de arriba.

La victoria de Lula del domingo y la de diciembre de Hugo Chávez marcó un piso de la unidad latinoamericana, y sobre este punto ya no hay vuelta atrás. En noviembre de 2005 se le dijo no al ALCA, ahora vienen otros tiempos, otras ideas, otras propuestas, viene otra construcción.

LP: Muchos analistas sugieren que Lula tendrá que recostarse en sectores más conservadores ante la fragilidad institucional que tiene, con minorías en el Parlamento.

De Gennaro: Ese análisis es una expresión de deseo de lo que ellos quisieran, pero el voto popular es mucho más avanzado y genera un compromiso muy alto que los grupos empresarios no saben o no quieren comprender. Esta elección fue definida por la movilizaciones sociales y por las propuestas en contra de los Estados Unidos, de las privatizaciones y a favor del PT, que como dijo Lula, no debe horrorizar a nadie: es un partido socialista y de izquierda.

LP: ¿Sigue siendo Lula un socialista de izquierda?

De Gennaro: No se firmó el ALCA, se creó el grupo de los 20, Brasil fue clave para sostener el régimen actual en Venezuela, no se apoyó la guerra de Irak. Todas estas son políticas que van en una dirección. Lula no es un hombre que va a pegar un cachetazo, pero la política de autonomía de Brasil creció como nunca. Alckmin era el ALCA, era el anti Mercosur, y la gente supo elegir.

LP: ¿Cómo repercute esto sobre la Argentina?

De Gennaro: Sobre la Argentina popular muy bien, sin dudas. Pero luego están los grupos empresarios que lo tomarán mal, lógicamente, ya que no deben soportar que haya sido reelecto un obrero que no tiene titulo secundario y que no estudió en Harvard. Esos mismos que entregan el país.

LP: ¿Siguen los movimientos sociales apoyando a Lula? El Movimiento Sin Tierra lanzó críticas ya que no se realizó una reforma agraria como la que se esperaba.

De Gennaro: El MST, el CUT (La Central Obrera de Trabajadores), todos ellos sostienen que seguirán apoyando a Lula, y al mismo tiempo que seguirán presionando para ir por más. Ellos quieren y deben seguir en la calle, presionando por un país más justo y por un cambio de modelo.

Los financistas, los bancos, los empresarios presionan todos los días y esto es algo natural, entonces, ¿por qué los movimientos sociales no pueden presionar por más, si los gobernantes fueron elegidos por ellos mismos?

Los empresarios estafan, saquean recursos naturales y pueden presionar, y el pueblo pareciera que no. Pero la situación esta cambiando.

LP: ¿Cómo esta el panorama respecto a las denuncias por corrupción que involucraron nuevamente a gente ligada directamente a Lula?

De Gennaro: Yo estuve en el acto de cierre que fue una caminata por San Pablo, estuve hablando con gente de la CUT y aca lo que se discutió es que modelo de país se quería y que políticas se quieren llevar adelante.

Respecto a su pregunta, hoy salió una interesante encuesta en Carta Capital que indica las preocupaciones de los brasileños. La falta de trabajo tiene alrededor del 45 por ciento, la educación y la salud otro 40 por ciento en su conjunto, y la corrupción un 8 o 9 por ciento. Esto significa que los problemas de la gente están puestos sobre la mesa, y que la única forma de resolver estos temas en con más democratización, más justicia y más avances en defender los derechos de los trabajadores.