Joven, canchero, millonario y exitoso, es casi un clon de su amigo, el presidente de Boca Juniors y posible candidato presidencial. Nicolás Caputo, propietario de la famosa constructora que lleva su nombre, pasó ayer del confortable semi anonimato al ojo de la tormenta, cuando Lilita Carrió se animó a decir públicamente lo que hace semanas se comenta en los círculos políticos: que la empresa de este hombre sería el vehículo para "aceitar" un acuerdo secreto entre Macri y Néstor Kirchner.

"Hay que investigarlo, pero el crecimiento de ese hombre, la mano derecha de Macri, es parte de este acuerdo. Ya no hablamos de su padre, Franco, que sabemos que es kirchnerista. Ahora los negocios son directamente con Mauricio", afirmó la diputada en el programa A Dos Voces, en el que sostuvo que los negocios de Caputo viven un notable florecimiento, que no se debería sólo al boom inmobiliario.

La referencia al padre del candidato, Franco Macri, tiene que ver con la para muchos incomprensible buena relación que anudó con el gobierno en los últimos meses, que le permitieron por ejemplo recibir millones de pesos por mes para que administre el tren Belgrano Cargas.

Para la gente de Carrió, no se termina de entender por qué si Néstor Kirchner decidió quitarle a Franco Macri la concesión del Correo en medio de durísimas acusaciones de incumplimientos, ahora le entrega nada menos que la administración del tren más estratégico para la producción del país.

La sospecha instalada en la política es que el gobierno convenció a Macri que se postule para presidente, porque de esa manera deshace la posibilidad de un acuerdo con Roberto Lavagna y divide el voto opositor, facilitando al candidato de la Casa Rosada, evitar la segunda vuelta.

El mejor amigo

Nicolás "Nicki" Caputo es conocido hace muchos años por ser la mano derecha, socio y amigo intimo del empresario, diputado y titular de Boca Juniors, Mauricio Macri. Un dato revela la cercanía de Caputo con Macri: el constructor fue quien llevó el pago del rescate, cuando el titular de Boca estuvo secuestrado.

Un mes atrás, un fuerte desconcierto recorrió la cúpula de PRO: en ese momento trascendió que Macri había decidido disputar la Presidencia, contradiciendo los consejos de su asesor político Jaime Durán Barba, que le dijo que debía presentarse para la Ciudad, porque en el 2007 iba a ser imposible vencer a Kirchner y él todavía tenía que pasar la prueba de la gestión.

En ese momento, oscuras versiones de un pacto con el kirchnerismo, que incluían favores a Caputo, llegaron a La Política Online. Versiones a las que Carrió dio entidad de certeza.

Precisamente, dos diputados del ARI confirmaron hoy a La Política Online que ya se esta trabajando en una investigación preliminar sobre el empresario, y que en principio se apunta a empresas vinculadas, que se estarían presentando a nuevas licitaciones en obras públicas.

Incluso, se comenta por estas horas que Caputo estaría a punto de concretar millonarios negocios inmobiliarios en la zona de Puerto Madero, en los que se necesitaría cierta buena predisposición oficial. Como se sabe, es la zona más cara de la ciudad, con precios que llegan a los 4 mil dólares el metro cuadrado.

Aunque todavía no hay resultados concretos, uno de los diputados adelantó que en 2006, Caputo tuvo una facturación, sólo en uno de sus negocios, de más del 300 por ciento mayor a 2005.

Una historia de contratos

Nicolás Caputo Sociedad Anónima de Edificación, fue fundada en el año 1938 por Nicolás Caputo. Según consta en la web oficial de la empresa "a partir de 1944, se incorporan en forma activa a la empresa los hijos de Don Nicolás". En el año 1955 la Comisión Nacional de Valores autorizó a la compañía a cotizar sus acciones en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, como sigue haciéndolo hasta nuestros días.

La empresa, que está ubicada en la avenida Paseo Colón 221, tiene un Capital autorizado de 24.300.000 millones de pesos y fue capitalizada en 61.236.000 millones de pesos. El presidente es Nicolás caputo y el vicepresidente José Luis Caputo.

Además está vinculada a las siguientes sociedades: Jardín de Chivilcoy, Emprendimientos y Servicios, Madero Plaza, Riverside House, Riversida Towers, SES, Dique Tres y Torres de Bulnes.

La empresa construyó más de 500 obras de gran envergadura en la Argentina, Chile, y Uruguay. Entre otras, intervino en el Shopping Abasto, el Casino Trillenium de Tigre, el complejo Madero Plaza, la planta impresora del diario La Nación, la restauración del Dock 12 de Puerto Madero para la Universidad Católica Argentina, la Terminal Portuaria para Buquebús en Uruguay, y la Planta Industrial Peugeot.

Pero según comentó una fuente del gobierno porteño a La Política Online, en los últimos tiempos Nicolás Caputo habría desplegado una gran cantidad de obras en Puerto Madero, barrio que administra la Corporación Antiguo Puerto Madero, que en los hechos maneja directamente el gobierno nacional.

Allí, por ejemplo construyó el complejo El Mirador de Puerto Madero, compuesto por tres torres de 24 pisos; el Parque Mujeres Argentinas, ubicado en la manzana 5 K Dique 3 Sector Este de Puerto Madero. Obra contratada por la Corporación Antiguo Puerto Madero por un monto de $ 10.962.664,44 más IVA.

También recupera para el gobierno porteño el histórico Teatro 25 de Mayo de Villa Urquiza, que los vecinos esperan con ansiedad; y el gobierno nacional le otorgó la construcción de la sede de la AFIP de Posadas, que tendrá una superficie aproximada de 10.000 m2, y costará $19.678.318,42.

Incluso, la firma Caputo estuvo asociada al propio Franco Macri en el negocio de la construcción, a través de la firma Creaurban, una constructora del fundador de SEVEL, que proyectó grandes emprendimientos inmobiliarios en Villa del Parque, San Telmo y Monte Grande.

La relación de "Nicky" Caputo con Mauricio Macri, que se remonta a las épocas de estudiantes, incluso queda reflejada en las rendiciones de gastos de campaña. En el 2006 se supo que, por primera vez en la historia argentina, casi el 60 por ciento de los partidos políticos tiene prohibido recibir aportes del Estado, por no haber rendido aún a la Justicia los gastos de la campaña electoral de las legislativas de 2005.

Sin embargo, la ley que se sancionó en 2002 y que obliga a los partidos políticos a transparentar sus donaciones, presenta aún serias fallas. Y nada hace pensar que esto se solucione para este álgido 2007.

Según informó en marzo del año que pasó el periodista Daniel Santoro en el diario Clarín, "Llamativamente, Mauricio Macri en su rendición de cuentas afirma que no recibió plata de empresas. Pero muchos de sus aportes son de empresarios a título personal como los de Orlando Salvestrini y Nicolás Caputo".

La relación incluso se revela en el terreno más preciado para Macri, que no es precisamente la política: Caputo maneja las negociaciones más delicadas del Club Boca Juniors, ya sea compra y venta de jugadores, o temas vinculados al resultado de los encuentros deportivos del club xeneize.

La relación se habría vuelto aún más cercana luego del mencionado pago del secuestro. "Desde que Mauricio salió del secuestro, la relación tuvo un punto de inflexión y Nicolás se transforma en su mano derecha en los negocios, y en la vida privada. Un amigo con todas las letras", confió a La Política Online un amigo de ambos, que suele compartir los asados en Punta del Este.

Roberto Osvaldo Pascual, el chofer de Mauricio Macri, y el propio Nicolás Martín Caputo, fueron los encargados de llevar los 6 millones de dólares del rescate, el 3 de septiembre de 1991, cuando el empresario fue secuestrado.

Luego de ese lamentable episodio, la vida y los negocios unieron aún más a estos amigos. Y según conocidos de ambos, la fortuna personal de Mauricio crecío muchísimo en los últimos años.

Según informó el portal Noticias Urbanas, "en Caballito, el barrio más afectado por las megatorres, Nicolás Caputo, socio de Mauricio Macri en la actividad constructora, se unió al fondo de inversión Pegasus, dueño de Musimundo y Freddo, en la firma ‘Desarrollos Caballito’, que compró un predio de 10 mil metros cuadrados".

Precisamente, fue la polémica desatada en Caballito la que derivó en la suspensión temporaria de las construcciones, que golpeó particularmente a Caputo. Y el encargado de firmar la suspensión no fue otro que el jefe de Gobierno, Jorge Telerman, casualmente por ese entonces rival de Macri, a quien todos imaginaban disputando la Ciudad.