Difícilmente algún funcionario pase un examen de archivo sin que se le encuentre una mancha teñida de contradicción, aunque algunos caen en hechos decididamente curiosos. Este es el caso del jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien ofició como vocero del gobierno contra las presiones del electo jefe de Gobierno, Mauricio Macri, para que el gobierno traspase la policía y el presupuesto a la Ciudad, casualmente algo que él mismo pidió hace seis años.

Cuesta entender como una misma persona puede caer en tamañas confrontaciones íntimas como en este caso le ocurre al jefe de ministros. En el día de hoy, Alberto despotricó contra el macrismo asegurando que "no hay ningún motivo para pagarle a la Ciudad Autónoma el servicio de seguridad cuando eso no ocurre con ninguna otra provincia".

Lo que tal vez parece haberse borrado de su memoria es un proyecto que firmó en 2001 cuando de la mano de su entonces jefe político, el ex ministro de Economía Domingo Cavallo había llegado a la Legislatura porteña, en el cual exigía con vehemencia el traspaso de la policía con su correspondiente asignación presupuestaria.

Pero el dato no se le pasó al diputado porteño del ARi Facundo De Filippo, ni al sitio El Parlamentario, quien lo publicó hoy. Allí presentan el proyecto 3470/2001, presentado el 18 de julio de ese año.

"La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires expresa su categórico rechazo al traspaso de la Justicia Nacional y la Policía Federal al ámbito porteño por parte del Estado Nacional sin su correlativa asignación presupuestaria" comienza el escrito del hoy funcionario kirchnerista.

Cuando por entonces recrudecía la posibilidad de un avance en la autonomía de la Ciudad, Alberto escribía con cierto grado de indignación que "se advierte la velada intención de transferir los servicios sin los correspondientes recursos, significando en consecuencia un ahorro para la Nación -en desmedro de la Ciudad- de alrededor de $ 800.000.000 con la natural contrapartida que ello implicaría para ésta", decía el proyecto enviado al entonces presidente Fernando de la Rúa, según publica el sitio.

"Evidentemente no se trata de cumplir con mandatos constitucionales y legales, sino simplemente de obtener un rédito económico para la Nación -acordado sugestivamente con las provincias- perjudicando claramente a uno de los pocos presupuestos ordenados de la República" pensaba hace seis años el jefe de Gabinete, hoy parado en la vereda de enfrente de acuerdo a su opinión.

Para concluir, Alberto se mostraba en ese entonces muy sensibilizado por los ciudadanos porteños, expresando su preocupación porque "la cifra indicada influye en el presupuesto general de la Ciudad", lo cual de no producirse el traspaso de los fondos "finalmente afectará la calidad de vida de sus habitantes". Pequeños avatares de la política argentina.