
El Senado aprobó los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como jueces de la Corte Suprema de Justicia con una amplia mayoría, posible por la presión de los gobernadores a sus senadores y la ayuda de opositores que hasta hace unos días estaban en duda, como el ex presidente Carlos Menem.
El riojano no sólo escuchó la mayor parte del debate sino que además se quedó en la votación después de mucho tiempo. Para no pasar desapercibido, votó a favor de Rosatti y en contra de Rosenkrantz, abogado del Grupo Clarín.
Si bien el Gobierno fijó la sesión hace dos semanas y el lunes confiaba en contar con los 48 votos necesarios para los dos tercios, ese día los gobernadores habían iniciado una negociación con el Gobierno para subirse el precio y conseguir beneficios extras para sus provincias.
Las gestiones estuvieron a cargo de Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, quien prometió una reactivación plena de la obra pública en las provincias que acompañen los pliegos.
Pero en la reunión que mantuvieron anoche con Pichetto y Sergio Massa, adelantada en exclusiva por LPO, los gobernadores entendieron que no era conveniente suspender el debate en medio de la escandalosa detención del ex secretario de Obras Públicas, José López, que amenaza con sepultar al kirchnerismo y dañar en su caída al PJ.
“Hasta el martes apretaban ellos, pero ayer a ninguno le cerraba la idea de demorar la sesión”, confió a LPO uno de los senadores que habló con su jefe en las últimas horas.
En esas condiciones, el éxito del Gobierno fue apabullante: tras cuatro horas de debate, Rosatti logró 60 votos, 12 más que los necesarios; y Rosenkrantz 58, 10 por encima de los dos tercios que exige la ley.
Sólo votaron en contra Fernando "Pino" Solanas (“¡No puede ser que la Corte no tenga un laboralista a un penalista y no podamos discutirlo!”, se enfureció) y algunos kirchneristas duros, menos que los esperados porque varios decidieron ayudar a Macri, por presión de sus gobernadores y temor de quedar pegados al escándalo de López.
Fueron los casos de los sanjuaninos Marina Riofrío y Ruperto Godoy; la riojana Teresa Luna, el santiagueño Daniel Pérsico, la catamarqueña Inés Blas y la entrerriana Sigrid Kunath, entre otros.
Los desafió Virginia García, cuñada de Máximo Kirchner. “Mis convicciones son las mismas que el lunes. Respeto al que tiene convicciones y las mantiene”, les habló.
“¿Tienen miedo que los llamen los gobernadores? Que raro, porque antes cuando iban a la Casa Rosada se decía que había presión y ahora hablan de diálogo", chicaneó García.
El giro más grande lo dio el pampeano Carlos Verna, el único que nunca había confirmado el voto de sus senadores Norma Durango y Daniel Lovera, quien finalmente hoy garantizó el apoyo como "una decisión institucional” de su provincia.
Sergio Uñac y Sergio Casas fueron otros acorralados por la Casa Rosada y sus llamados surgieron efecto.
El sanjuanino convenció de votar los dos pliegos a Godoy, un kirchnerista a ultranza de fluido diálogo con Cristina Kirchner hasta diciembre; y consiguió que Riofrío al menos apoye a Rosatti, tras semanas de exigir ampliar la Corte y sumar cupo femenino, un reclamo que sobrevoló la sesión y anticipó un arduo debate para el resto del año.
“Tomo el compromiso de que este tema se tratará. Y voto positivo”, se justificó Riofrío en su discurso de dos minutos. La riojana Luna fue otra de las que apenas abrió la boca para explicar su cambio de rumbo. “Esto es un trámite administrativo y venimos a prestar acuerdo”, fue su explicación.
Pero Casas tuvo un logro histórico: consiguió que Carlos Menem asistiera y votara a favor, cuando rara vez permanece hasta el final de las sesiones.
Las únicas voces duras se escucharon de senadores de La Cámpora (García, Ana Almirón, Anabel Fernández Sagasti, María de los Angeles Sacnun) o kircheneristas duros sin diálogo con sus gobernadores, como el neuquino Marcelo Fuentes, la chaqueña María Inés Pilatti Vergara y la chubutense Norma González. La única excepción fue la santacruceña María Labado, leal a la intransigente Alicia Kirchner.
Los argumentos para respaldar no variaron mucho.”Venimos a realizar un acto de Gobierno, a cumplir con una tarea institucional”, fue la excusa de Rodolfo Urtubey, miembro informante del FpV por el dictamen a favor, no muy distinta a la de Pichetto en su discurso de cierre.
Ángel Rozas destacó que Macri revirtió su decisión inicial de nombrar a los jueces por decreto y que ninguno de los nuevos jueces son del PRO. “Propuso a hombres que no son de su sector político”, se jactó, antes de la exitosa votación.
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- 116/06/1610:28Se comenta como un logro histórico lo del gobernador riojano Casas que consiguió que el INDIGNO de Menem se quedara hasta el final !!!! cuando en realidad no tendría que aparecer jamás por ningún lado por TODO EL DAÑO QUE LE HIZO AL PAÍS !!!! Todavía lo recuerdo cuando respondía irónicamente " El que ha sido Papa no puede volver como Obispo ..." y después aceptaba hasta ser barrendero con tal de conseguir los fueros que lo protegieran de no ir en cana por los innumerables chanchullos en los que metió sus inmundas manos !!!!!