El misionero Maurice Closs aprovechó el escándalo de corrupción de José López para anunciar finalmente su ruptura con el bloque de diputados del Frente para la Victoria, que controla Cristina Kirchner.

El ex gobernador de Misiones venía amagando desde marzo con su salida del bloque kirchnerista y coqueteando con ayudar al macrismo en las sesiones importantes, pero no terminaba de animarse. La primera manifestación de "rebeldía" será votar a favor del blanqueo y el pago a jubilados.

Ahora, Closs confirmó su salida del bloque junto a los dos diputados que le responden, Silvia Risko y Jorge Franco, tras una semana donde la conducción del Frente para la Victoria les dio todos los motivos para pegar el portazo.

Acordaron votar en contra la ley para el pago a los jubilados, pese a que incluía un acuerdo por la coparticipación y un compromiso para reforzar las cajas previsionales de las provincias. 

Y ayer las imágenes de José López con los fajos de dólares invitaban a retirarse de cualquier manifestación kirchenrista. Se notó en la reunión de bloque, donde muchos diputados de las provincias como José Luis Gioja y Héctor Toma ni fueron y otros como el chaqueño Juan Pedrini se fueron a reunir con Sergio Massa.  

Risko defendió su apartamiento del FpV. "Votaremos en la medida que las leyes sean propuesas con el jetivo benfien a las provicncia", simplificó. 

Cerca de Closs anunciaban también la salida del diputado Daniel Di Stefano, aunque se trata de un dirigente de La Cámpora por lo que posiblemente se mantenga en el bloque, lo mismo que Cristina Britez, otra kirchnerista furiosa. "Hay que preguntarles a ellos cómo se quieren manejar", los chicaneó Risko.

Aunque por ahora los misioneros tendrán su propio espacio, no descartan que puedan acercarse a bloque Justicialista de Diego Bossio, a partir de la buena relación de Closs con Gioja, que articula con ese espacio. No obstante, los misioneros tendrían menos poder de negociación propio en ese bloque. 

Con estas deserciones, el bloque del FPV quedaría con 76 diputados o 75, si se confirma también la salida de Di Stefano.

También en el Senado

En la Cámara alta también los misioneros rompieron el bloque FpV-PJ, aun cuando su conductor Miguel Pichetto trabaja de gerente de los gobernadores. 

Su trabajo no conformó a Sandra Giménez, senadora del Frente Renovador para la Concordia que también hará un monobloque. No le seguiría el camino su compañero Salvador Cabral, el otro representante del gobernador misionero.

Giménez nunca tuvo buena relación con Pichetto, a quien sacudía en las reuniones de bloque cada vez que Cristina Kirchner enviaba un proyecto incómodo y no atendía los reclamos de las provincias. 

El cruce más fuerte lo tuvieron cuando se debatió la reforma judicial, hace ya tres años, y Diputados devolvió el proyecto con cambios. Giménez le recordó al rionegrino que estas idas y vueltas no podían ser moneda corriente.

Temperamental, la misionera se hizo sentir en las reuniones de bloque y se sumó al planteo por el cupo femenino en la Corte Suprema. Lo seguirá sin asistir a las reuniones de Pichetto.