Gustavo Ferrari está requerido. María Eugenia Vidal evalúa retenerlo como asesor general de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, aunque si Daniel Scioli se impone en el ballotage deberá disputárselo.

El gobernador le propondría controlar al Agencia Federal de Inteligencia (ex Side), uno de los organismos más calientes de la Nación.

Pero a diferencia de la mayoría de los funcionarios de la provincia, Ferrari no depende de un triunfo de Scioli para definir su futuro.

Vidal ve con buenos ojos que permanezca en la asesoría de Gobierno, donde la podría ayudar a conocer cada resquicio de la vasta administración bonaerense.

Ferrari aterrizó al gobierno provincial en 2013, como parte de un acercamiento de Scioli a Francisco De Narváez, quien ese año finalmente quedó tercero en la elección legislativa.

De buena relación con Pepe Scioli, no tardó en hacerse lugar en el gabinete y ganarse la confianza plena del gobernador.

Por si fuera poco, también tiene otras propuestas. Tiene la puerta abierta en la Municipalidad de La Plata, donde el electo Julio Garro, también del PRO, lo consulta para armar su gabinete.

Otro destino posible es Boca Juniors. El presidente Daniel Angelici lo tiene en carpeta como probable secretario general, pero sabe que no será fácil tenerlo disponible.