El empresario de la carne Alberto Samid metió a su amigo Daniel Scioli en un problema, al pedir que saquen el Ejército a la calle para combatir la inseguridad, una propuesta más que irritante para el kirchnerismo duro.
Rápido de reflejos, el gobernador bonaerense mandó a desautorizar al vicepresidente del Mercado Central, en un intento desesperado por evitar un conflicto con la Casa Rosada, que siempre destrozó a los opositores que exigieron lo mismo que Samid.
"Si sacamos al ejército a las calles, en 90 días no queda más droga en el país", afirmó el empresario. "El problema principal es el de la droga, hay que sacar al ejército a las calles para resolverlo. Es su oportunidad de saldar la deuda que tienen con el pueblo Argentino", agregó en una entrevista con Radio con Vos.
Antes de que crezca la polémica por las declaraciones de Samid, el sciolismo salió a despegarse. "Alberto Samid no es vocero ni referente político de la campaña electoral. Sus opiniones, totalmente respetables, son personales", indicó esta mañana Carlos Gianella, subsecretario de Comunicación de la Jefatura de Gabinete.
El gobernador bonaerense se anticipó de esa forma a una nueva pelea con el kirchnerismo, sobre todo con sus rivales en la pelea presidencial que esperan cualquier desliz para salir a cruzarlo. Scioli intenta de esta forma que no le facturen las palabras de Samid.
Sin embargo, en la oposición bonaerense ya salieron a pegarle a Samid. El diputado socialista Ricardo Vago afirmó que "es inadmisible que un funcionario público pida las fuerzas armadas para resolver el narcotráfico".
"Samid es amigo de Scioli, tal vez está repitiendo el pensamiento del gobernador, es decir usar a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior, porque su policía no resuelve el tema de la droga y el delito, no tiene mejor idea que usar al Ejército. Lo mismo se hizo en México y hoy se habla de que es un Estado fallido. Tal vez el fallido lo tuvo Samid al revelar el pensamiento de su jefe Scioli", lanzó Vago.
Como bien afirmó el diputado bonaerense, en México "sacar el Ejército a la calle" provocó una verdadera tragedia social. Desde que el entonces presidente Felipe Calderón declaró la "guerra" a los carteles de la droga, en diciembre de 2006, se estima que hubo unos cien mil muertos.
Justamente, la principal medida de Calderón apenas asumió su gobierno fue poner al Ejército en el combate del narcotráfico. Pero lejos de conseguir resultados, la fuerza sufrió los mismos problemas que la policía, muchos sectores fueron corrompidos por los narcos, y tiempo después tuvo que recurrir a la Marina.
Un estudio de Harvard, publicado días atrás por LPO México, concluyó que en la mayoría de los casos, enviar a las fuerzas armadas a una ciudad que sufre de violencia por el crimen organizado, sólo empeora las cosas. En 16 de 18 regiones mexicanas no se redujo la violencia.
"De hecho la intervención de los soldados conduce –sobre todo en el corto plazo- a una escalada en los índices de homicidio”, según declaró una de las autoras del estudio, Valeria Espinoza. Además, el problema a largo plazo es que es muy difícil retirar a las fuerzas armadas una vez que estuvieron mucho tiempo en regiones violentas.
El caso de Los Zetas es paradigmático de cómo se descontroló la "guerra" contra el narco en México. En sus inicios fue una especie de ejército privado del Cartel del Golfo, formado por un grupo de ex militares de elite. Tanto poder adquirieron Los Zetas, que terminaron enfrentando al cartel del Golfo y formando su propio cartel. Los Zetas son además el símbolo de la violencia más brutal y despiadada en México.
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traficantes. De esa forma se evita el flujo de coimas en droga, que luego se hacen dinero, con el que se facilita el tráfico ilegal, "arreglando" a muchos que caretean por la tele... Los que no la quieren legalizar, es porque se benefician, en forma directo o indirecta con el fabuloso negocio, del consumo y la debilidad de los enfermos. Por la fuerza no con la astucia de LEGALIZAR el CONSUMO y la COMERCIALIZACIÓN, en seis meses, se acaba con el tráfico y sino... siempre se puede hacer la guerra.