Sergio Berni y su tocayo Urribarri se colaron en la fiesta que estaba reservada para los periodistas acreditados en la Cumbre del Mercosur que se desarrolla en Paraná para comer dorado y tomar champagne.

Anoche, el secretario de Seguridad y el gobernador de Entre Ríos cayeron de sorpresa al restaurant Ortiz, en la costanera paranaense, en donde había unas 100 personas disfrutando de la canilla libre de alcohol y del delicioso pescado.

La cena era sólo para periodistas, pero Berni y Urribarri no se quisieron perder el banquete y entraron de la mano del vocero de la presidenta, Alfredo Scoccimarro. 

Fue una escolta muy diferente a la que utilizó el secretario de Seguridad para entrar más temprano a la Vieja Usina donde se desarrolla la cumbre. Allí, el funcionario, que gusta de hacer apariciones rimbombantes, ingresó rodeado de diez militares.

Luego de tomar champagne, el restaurant se convirtió en una fiesta tras la irrupción de la comparsa Emperatriz. Al término de la fiesta, Berni y Urribarri se retiraron zigzagueando por la Costanera.