La Cámpora no hizo un gran despliegue para respaldar a Cristina Kirchner en la última cumbre del Mercosur que encabezará la argentina como presidenta pro-témpore del grupo regional.

Los militantes K, siempre listos para ir a hacer número dondequiera que vaya la jefa de Estado, esta vez tuvieron una escasa convocatoria en Paraná.

Sólo un puñado de militantes de Unidos y Organizados se aglutinó detrás de las vallas de la calle San Martín por la que llegaban los coches que transportaban a los presidentes hacia la Vieja Usina, el centro cultural en el que se desarrolla la cumbre.

Paradójicamente, la mayoría de los militantes de La Cámpora que viajaron a la capital entrerriana lo hicieron en los días anteriores a la llegada de Cristina.

Incluso se ganaron la bronca de varios de los 5000 agentes de seguridad asignados al evento, repartidos entre la policía entrerriana, la Federal y Gendarmería.

Un grupo de uniformados señaló a LPO que los militantes que portaban las pecheras de la organización creada por Máximo Kirchner podían moverse a gusto por la ciudad mientras que los propios vecinos debían mostrar identificación para transitar por sus propios vecindarios.