El kirchnerismo impuso su mayoría para avanzar con el debate en la Cámara de Diputados del proyecto de reforma de Código Procesal Penal, pese a las quejas de la oposición, que denunció como ilegítimo el plenario de comisiones donde se aprobó el dictamen del proyecto.

La reunión de este mediodía comenzó con los planteos de los bloques opositores por la maniobra del kirchnerismo para que el debate no lo lleve adelante la macrista Patricia Bullrich, presidenta de la comisión de Legislación Penal.

Como explicó LPO, el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, giró el proyecto a las comisiones de Justicia, Legislación Penal, y Presupuesto y Hacienda, y designó como cabecera a la primera, presidida por la kirchnerista Graciela Giannettasio. La maniobra del oficialismo tuvo como objetivo que Bullrich no extienda el debate por más de una jornada, para que el Gobierno tenga el Código aprobado la semana próxima.

Es por eso que antes del comienzo del debate, la propia Bullrich cuestionó la interpretación del reglamento que hizo Domínguez, planteo que fue desestimada por el kirchnerismo. "Todos los proyectos integrales de reforma al Código Procesal tienen cabecera en la comisión de Legislación Penal, menos éste", se quejó la diputada, que denunció una “violación muy profunda” del reglamento.

Bullrich dijo que con esta “maniobra” el kirchnerismo buscó de “manejar los tiempos y formas” discrecionalmente. "Bajo la conducción de esta presidenta, el Código Procesal Penal no iba a salir en una reunión y a libro cerrado", continuó la macrista, que denunció que por esta vía el Congreso se convertirá en "una oficina de sellos".

DyN

La oposición respaldó el reclamo de Bullrich y denunció la ilegitimidad de la convocatoria. El presidente del bloque radical, Mario Negri, definió como "una grosería institucional" la maniobra del oficialismo y acusó a sus colegas de tener "la idea de que pueden hacer lo que quieran cuando quieran y esto es degradante".

Negri indicó que más allá de que en el plenario estaban presentes integrantes de la Comisión de Legislación Penal, “la presidenta no convocó y por tanto no se puede dictaminar sin los miembros de las tres comisiones. Esto carece de legitimidad”. “No hay nada que legitime semejante atropello, semejante barbarismo de la Cámara. ¿Ustedes se van a sentir bien con lo que han hecho?”, desafió al kirchnerismo.

Por su parte, el massista Oscar "Cachi" Martínez se manifestó "doblemente violado" al sostener que Domínguez " tiene que hacer cumplir el reglamento y este proyecto tiene cabecera Legislación Penal". El santafesino advirtió al presidente de la Cámara que está "cercenando la facultad del Congreso" y que "está dejando el camino de la moderación para empezar a transitar el camino del kirchnerismo talibán".

Por el lado del kirchnerismo, los encargados de defender la maniobra fueron el tucumano Alfredo Dato y el chubutense Mario País, que habló de una intención opositora de dilatar el debate del Código Procesal. De paso, generó sonrisas con una chicana al Cachi Martínez: "Entendemos que no se ha violado el reglamento y menos aún a un diputado".

Bullrich volvió a tomar la palabra y le respondió a País. La diputada le recordó a su par kirchnerista que un proyecto anterior estaba siendo trabajado en comisión desde abril, pero que el oficialismo nunca avaló el tratamiento. "Estudiar en profundidad no es dilatar", indicó la dirigente, que recalcó que si el debate lo hubiera encabezado su comisión “no lo sacaría en una reunión, quizás en ocho, en diez, en cinco, no sé en cuántas”.

Furia con Alak

Tras la pelea por la cuestión reglamentaria, ingresaron a la reunión Domínguez y los únicos invitados a exponer en el debate del Código Procesal Penal: el ministro de Justicia, Julio Alak, y el subsecretario de Política Criminal, Juan Martín Mena.

Alak destacó la necesidad de salir del sistema inquisitivo para pasar al acusatorio, al sostener que es "imperioso" modificar el actual sistema jurídico. "La lucha contra el crimen complejo ha dado muestras claras de ineficacia", admitió el ministro de Justicia. "Si no cambiamos el procedimiento penal no podemos dar respuestas a una sociedad que reclama justicia con celeridad, el empoderamiento de la víctima, que haya en las cárceles menos procesados y más condenados", continuó.

Alak consideró que “no es una deuda de la democracia sino de la República”, al recordar que “si hay una institución una norma, un código que viene siendo denunciado como ineficaz es el procedimiento penal”. Luego de un breve discurso, el ex intendente de La Plata le dio paso a Mena, que se suponía entraría en detalles del proyecto.

Pero Mena tampoco se explayó demasiado, no aceptaron preguntas y se fueron. O huyeron, como ironizaron los opositores. La excusa de los funcionarios fue que tenían una reunión en el Senado, lo que enervó aún más a los diputados opositores.

“El ministro se va, se fuga del debate. Nos mandó un refrito del proyecto. Mandó una fotocopia, el ministro no hizo su trabajo”, fustigó el radical Manuel Garrido, molesto porque Alak delegó en una comisión bicameral la tarea de reorganizar al Poder Judicial. “La bicameral se va a ocupar de lo que deberían haberse ocupado el Ministerio de Justicia”, cuestionó.

“Se van al Senado, ¿no hay una autoridad del ministerio de Justicia que pueda participar del debate? Es un menosprecio a nuestro rol de legisladores, es una grosería”, se quejó Pablo Javkin, de la Coalición Cívica. “Fue una falta de respeto del ministro, hubiera sido mejor que ni viniera”, dijo Claudio Lozano, el último opositor en hablar, en una sala que a esa altura estaba casi vacía.

Tras la firma del dictamen, el kirchnerismo prevé darle sanción definitiva al proyecto en la sesión del próximo jueves 4 de diciembre.