Paolo Rocca exige “un cambio” para el próximo Gobierno, pero mientras tanto está dispuesto a poner plata para cerrar el conflicto con los fondos buitres, tal como en julio intentaron hacer los banqueros y fueron frenados por Axel Kicillof.

El dueño de Techint y empresario más influyente del país no oculta su antipatía con el Gobierno, pero este año reconoció su satisfacción cuando Kicillof cerró con el Ciadi y el Club de París y se encaminaba a un acuerdo con los holdouts que barriera los litigios en el mundo.

Por eso no ocultó su lamento cuando esta última parada fracasó. “Paolo quiere arreglarlo y si es necesario poner su dinero. Puede hacerlo ahora o en enero, para que no se dispare la cláusula Rufo”, confió a LPO uno de los empresarios que lo frecuenta.

Horas antes de entrar en cesación de pagos, Kicillof frenó un intento de los banqueros por pagar la deuda, por temor a que se dispare la cláusula Rufo, que obliga a igualar a los bonistas que no entraron al canje cualquier oferta mejor recibida por los demás.

Otro interesado en ayudar es Eduardo Eurnekián, también enemistado con el Gobierno, que lo viene amenazando con quitarle las concesiones de los aeropuertos. Por razones no del todo claras, Eurenkián y Rocca prefieren no compartir proyectos.

Rocca pareció romper relaciones con el Gobierno hace dos años, tras un duro cruce con Kicillof. “Habría que bajar el precio de la chapa y fundir al señor Paolo Rocca”, llegó a decirle el entonces secretario de Política Económica. Un año más tarde compartieron la inauguración de una nueva estación de desgasificado al vacío en Ternium Siderar.

Pero para el empresario, el kirchnerismo es una etapa terminada. “Quiere un cambio. Y un gobierno con un dólar alto, como el que tuvo en la etapa de Néstor Kirchner”, resumen quienes lo frecuentan y suelen cuestionarle su falta de protocolo cuando le toca hablar del Gobierno.

En 2010 Rocca fue uno de los entusiastas de un fallido acuerdo entre la oposición para restarle chances de ganar tan fácilmente a Cristina Kirchner. Lo hablaba con Duhalde, quien fracasó en la gestión con el resto de los candidatos.

Sin un presidenciable fuerte del kirchnerismo, en estos meses en la oposición dirimen la idea de reducir los candidatos no oficialistas.

En UNEN, Elisa Carrió y Ernesto Sanz buscan sumar a Mauricio Macri a una primaria; por otro lado, Sergio Massa, Adolfo Rodríguez Saá y José Manuel De la Sota ya acordaron no enfrentarse.

Rocca los espera para pedirle un dólar alto y mayor competitividad. Como siempre.