El fracaso de la sesión de hoy en el Senado bonaerense dejó malestar y bronca tanto en el kirchnerismo con en el massismo. En el Frente para la Victoria arrastran con la responsabilidad a cuestas de dejar el proyecto trunco. Y en las filas de Sergio Massa corren el riesgo de quedar como responsables de frenar la iniciativa.
Las tensiones se sintieron hoy en las dos bancadas. “Esto es un quilombo”, dijo el vicegobernador Gabriel Mariotto a los senadores del kirchnerismo luego de llamar a un cuarto intermedio que durará, en principio, hasta el lunes próximo.
En el massismo también hubo tensión al momento de brindar la conferencia de prensa. Algunas dudas por parte de los senadores y respuestas elevadas de tono a los periodistas.
Pero en ese encuentro con los periodistas los legisladores de Sergio Massa lo dejaron en claro la raíz de las diferencias con el proyecto que hasta hace algunas semanas decían que estaban dispuestos a acompañar.
“Este no es el proyecto que nosotros consensuamos con Alejandro Granados”, dijo el presidente de esa bancada, Jorge D’Onofrio y agregó que el texto original redactado por la diputada Dulce Granados “sufrió una erosión, que hacen que esta Policía pase a ser un grupo de Boy Scout reforzados”.
“Es una falta de respeto a la
voluntad popular tildar de trucho al senador Norberto García” afirmó la
presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Cristina Fioramonti, ante las
manifestaciones del massismo tras la fracasada sesión de hoy. “Es evidente que
esta es una maniobra desesperada del Frente Renovador, que pretende empañar la
discusión sobre el fondo de la cuestión y evitar el tratamiento del proyecto”
señaló la senadora.
Como adelantó LPO, las modificaciones en el texto original fueron muchas y estuvieron a cargo del diputado sabbatellista Marcelo Saín. Él mismo reconoció que logró cambiar el 80% del proyecto. “Era escuálido en algunas cuestiones. Era muy light”, aseguró orgulloso.
Ya cuando estaba todo listo -incluso se había anunciado la fecha de la votación- un sector del propio bloque oficialista se negó a bajar al recinto. Los diputados de La Cámpora exigieron más cambios al texto, y las autoridades de la Cámara Baja accedieron sin negociar.
Ya en ese momento asomaba cierta preocupación en el Ejecutivo. Sabían que más tarde en el Senado necesitaban del Frente Renovador a quien en ese momento no se estaba teniendo en cuenta.
Luego de ser aprobado en Diputados, el propio Granados reconoció diferencias con el texto. Durante un plenario de comisiones, sentado en una de las bancas del Senado aseguró que “hay algunos puntos que los intendentes, entre los que me incluyo, no estamos de acuerdo”.
Esas diferencias dentro del bloque oficialista asoman como la clave para entender porqué los senadores del Frente para la Victoria no aceptan ni un solo cambio en el texto. Todos coinciden que en caso de que se apruebe con cambios y vuelva a Diputados el proyecto quedará allí empantanado por las internas en la bancada kirchnerista.
“Porqué nos quieren decir que si el proyecto vuelve a Diputados no sale más? ¿Será que el Gobernador no puede confiar en su propio bloque, no lo puede controlar?”, se preguntaba D’Onofrio ante los periodistas.
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