La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que conduce Hugo Yasky difundió hoy sus propias cifras de pobreza y estimó que en el país hay unos 7,6 millones de personas, una cifra que lleva la tasa al 17,8 por ciento y que podría crecer cuando se midan los datos posteriores a la devaluación de enero.

La información brindada por la central oficialista está lejos de las mediciones privadas o de la CGT de Hugo Moyano, pero igualmente llama la atención de la difusión de esos números debido a que el Gobierno nacional se niega a difundir los oficiales.

Las cifras de la CTA surgen de un estudio del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), que midió la evolución de estos indicadores durante el año pasado y determinó que la tasa de pobreza es del 17,8 por ciento y la de indigencia es del 4,4 por ciento.

En números concretos, la central sindical advirtió que en el último trimestre de 2013 había unos 7,6 millones de pobres y 1,8 millones de indigentes. "Probablemente la aceleración de los precios tras la devaluación de enero de 2014 provoque un incremento en las tasas de pobreza e indigencia", advirtió la central en el documento difundido hoy.

Yasky explicó en conferencia de prensa que "la metodología implementada por CIFRA es la misma que antes de la intervención del INDEC, así evitamos cualquier sospecha, y también es importante recalcar que se hizo sobre la base de los datos medidos en nueve provincias".  

"El índice de pobreza dio un resultado del 17,8 por ciento, muy diferente de lo que publican los diarios Clarín y La Nación en base a consultoras privadas", sostuvo el dirigente, atajándose de posibles represalias del Gobierno.

Esas cifras que mencionó Yasky determinan que la pobreza es de entre 27 y 36 por ciento. Para el observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, la pobreza es de 27,5 por ciento. Según el indicador de la CGT de Moyano, es de 30,9 y para el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) de Claudio Lozano, es 36,5.

"Estas cifras demuestran que si bien hay algunos problemas en la Argentina, esto no es la catástrofe que nos quieren hacer creer los que pujan por subir precios desvalorizando los salarios de los trabajadores", dijo Yasky, quien se encargó de repetir que desde 2003 ha disminuido la cifra de pobreza.

Según el estudio de CIFRA, "la canasta básica alimentaria de indigencia se sitúa en 1.783 pesos, y la canasta de pobreza en 4.267 pesos", aunque también Yasky recalcó que seguramente hubo una variación debido a la devaluación de enero y el aumento de precios posterior.

Ante esto, Yasky pidió un aumento del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias ( "22.000 pesos sería un buen tope"), una suba de la Asignación Universal por Hijo ("debería subir un 30 por ciento") y la convocatoria al Consejo del Salario para fijar un salario mínimo en una cifra idéntica a la de la canasta de pobreza (4.267 pesos).

La incomodidad del Gobierno con la cifra real de la pobreza es tal que el Indec suspendió el mes pasado a último momento la difusión del nuevo índice y adujo problemas "metodológicos". La semana pasada, Jorge Capitanich fue al Senado y no supo responder cuál es la verdadera tasa.