La participación en las elecciones legislativas de este domingo fue de algo más del 71 por ciento, poco más de 3 puntos con respecto a las PASO. 

El número está lejos de las expectativas del gobierno nacional, por lo que en el kirchnerismo ya lo consideraban un fracaso.

La Cámara Nacional Electoral informó a las 18 horas que la participación fue de al menos el 71 por ciento de los ciudadanos habilitados para sufragar, un número que fue confirmado por el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro. De todos modos, la cifra final se conocerá cuando termine el escrutinio.

Las expectativas sobre la participación eran muy buenas en el oficialismo durante la primera mitad de la jornada, cuando mostraban un alza de hasta 8 puntos con respecto a las PASO. Pero la asistencia se fue acotando durante la tarde y el número terminó poco más de 3 puntos respecto a septiembre, cuando asistió a votar el 67,8 por ciento del padrón.

La participación de este domingo está muy por debajo en comparación a las elecciones legislativas de 2017, cuando la asistencia a las urnas fue del 77,6 por ciento (una cifra cercana al promedio histórico). Mucho más si se la compara con 2019, cuando fue del 80,4 por ciento, aunque en las presidenciales el número suele ser más alto.

En el oficialismo creían que una de las pocas formas que tenían de revertir el resultado de las PASO era lograr una mejora sustancial en la participación y se esperanzaban con lograr que la cifra creciera unos diez puntos, es decir que estuviera en línea con el promedio.

En las PASO habían votado unas 2,5 millones de personas menos que en 2019 cuando Alberto Fernández fue electo presidente, y en el oficialismo había coincidencia en que se trataba de votantes del peronismo que no fueron a las urnas, desencantados con la gestión.

Es por eso que el gobierno puso en marcha el "Plan Platita" y encomendó especialmente a los intendentes del Conurbano que pusieran toda la maquinaria para movilizar votantes, algo que a primera vista no parece haber sucedido.