En un nuevo capítulo de la pelea con los gremios aeronáuticos, el Gobierno cedió el monopolio del servicio de rampas en los aeropuertos, que hasta el momento presta exclusivamente la empresa estatal Intercargo.

A través del decreto 49/2019, firmado por Mauricio Macri, Marcos Peña y Guillermo Dietrich, el principal impulsor del ingreso de empresas privadas en el sector aeronáutico, el Gobierno llama a licitación para prestar el servicio de rampas. A partir de esta medida toda firma que cumpla con los requisitos establecidos en el texto podrá pugnar por adjudicarse la prestación del servicio.

Hasta el momento, Intercargo tenía la exclusividad del servicio de rampa para todas las aerolíneas que operan en la Argentina con excepción de Aerolíneas/Austral, cubierto por Aerohandling, empresa perteneciente al Grupo Aerolíneas, y la estadounidense American Airlines, que tiene su propio servicio.

El decreto determina además la creación de una comisión integrada por las autoridades del Ministerio de Transporte, de Trabajo, ORSNA y ANAC, Aeropuertos Argentina 2000, Intercargo y Aerohandling. La resolución establece que la fiscalización del servicio estará a cargo de la ANAC, que controla Dietrich. Ese organismo aprobará las tarifas.

Según el Gobierno, a esa comisión también serán convocados los gremios aeronáuticos, que están duramente enfrentados con el Gobierno a pesar de que en las últimas semanas firmaron una tregua a partir de la reapertura de la negociación paritaria.

En Intecargo, el gremio mayoritario -y casi excluyente- es la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), que encabeza Edgardo Llano, integrante de la CTA kirchnerista de Hugo Yasky. APA tuvo un fuerte crecimiento durante la gestión de La Cámpora en el Grupo Aerolíneas y la mayoría de los militantes de la organización se ubicaron en ese gremio a partir de la aceitada relación de Llano con el kirchnerismo. Se descuenta que la medida traerá problemas con los sindicatos.

Dietrich nunca logró tener un relación cordial con el gremio que controla Intercargo y los problemas con los servicios que presta afectaron en varias ocasiones los vuelos. Al no lograr el control total de la compañía, el ministro ahora optó por abrir el negocio a los privados en perjuicio de una empresa estatal.

Los servicios de asistencia que reciben los aviones en tierra incluyen el ascenso y descenso de pasajeros, carga y descarga de equipaje, el acarreo con tractores, la tarea de los señaleros y la limpieza externa e interna de las aeronaves, entre otros.