"La vicegobernación es radical y seguirá siendo radical", aseguraron en el radicalismo luego que María Eugenia Vidal plasmara dudas sobre la continuidad de Daniel Salvador en la fórmula de Cambiemos para la provincia de Buenos Aires.

Días atrás, la Gobernadora no garantizó la continuidad de Salvador en el cargo de vice e hizo temblar al radicalismo. "El vicegobernador de la provincia es parte de un mapa o tablero nacional. Hay que ver como cierran Córdoba, Santa Fe, Mendoza y el resto del mapa", dijo Vidal y siguió con una frase aún más aterradora para la UCR. "Hay buenos candidatos para reemplazar a Salvador, pero él ha sido un gran vice", asestó.

El intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, fue quien levantó las declaraciones de la Gobernadora para ungir la continuidad de Salvador -su jefe político- como el próximo vice.

"Daniel es un gran vice", dijo y descartó el pretérito que usó Vidal en sus declaraciones. "No es que ?ha sido', él es un gran vicegobernador", dijo el alcalde radical.

Además rechazó que el tablero nacional tenga que tener implicancias en las fórmulas de la provincia de Buenos Aires. "Antes que ver lo que sucede en Nación para traerlo a la provincia, lo que hay que hacer es traspolar la experiencia en esta provincia a la Nación", dijo en una clara chicana en la que propone reemplazar a Gabriela Michetti por alguien del radicalismo.

Según pudo saber LPO, la relación entre la Gobernadora y su vice fue buena desde 2015, pero el problema está en que Vidal podría necesitar una fórmula más competitiva para la elección de este año.

Desde el entorno de Salvador habían avanzado en marzo del año pasado en un temprano operativo clamor para proclamar su reelección. Fue en un encuentro de dirigentes radicales realizado en Carhué (sudoeste bonaerense) del que participó el propio vicegobernador.

La jugada del radicalismo no había caído nada bien en círculo de poder de la Gobernadora. Es que por entonces, la crisis económica aún no se avizoraba y Vidal estaba abocada a la gestión.