Mauricio Macri recibió este lunes a los jefes parlamentarios del Senado y les pidió colaboración para aplicar un fuerte ajuste en 2019, un requisito que pedirá el Fondo Monetario Internacional (FMI) para brindar ayuda financiera.
"Tenemos que discutir si en 2019 podemos hacer un presupuesto sustentable", se sinceró Macri y les recordó que Argentina mantiene un déficit comercial y fiscal inviable en el tiempo.
La reunión fue coordinada durante el fin de semana por Federico Pinedo y Miguel Pichetto, con la consigna de escuchar al presidente y no iniciar un debate que podía terminar mal.
Concurrieron Juan Carlos Romero (Interbloque Federal), Adolfo Rodríguez Saá (Unidad Justicialista) y Magdalena Solari Quintana (Frente renovador de Misiones); Ada Iturrez de Capellini y Gerardo Moreno (Santiago del Estero).
Pinedo no llamó a Marcelo Fuentes, jefe de los 9 senadores del FpV-PJ, el bloque kirchnerista; ni a Fernando "Pino" Solanas, que integra un espacio "progresista" junto a la rionegrina Magdalena Odarda. "Estaban 61 de los 72 senadores representados. Suficiente", justificó al salir.
El macista Humberto Schiavoni dio más razones. "Se invitó a todos aquellos senadores que se comunicaron con Pinedo para manifestarle su necesidad de estar juntos y dar señales de gobernabilidad y previsibilidad en nuestro país en esta situación de volatilidad de los mercados externos", explicó.
Por el oficialismo acompañaron además los radicales Ángel Rozas y Luis Naidenoff; Pichetto llevó al entrerriano Pedro Guastavino y Romero fue con sus cuatro pares del interbloque federal, que el miércoles están convocados a otra reunión en la Casa Rosada.
Acompañado de Rogelio Frigerio y Marcos Peña, Macri dedicó 15 minutos a repasar los números en rojo y a pedir ayuda. Revindicó el gradualismo, pero aclaró que es tiempo de "acelerar" las reformas y el momento oportuno será del debate del presupuesto, que ingresa el 15 de septiembre por Diputados.
"Necesitamos definir nuestra capacidad real financiera", fue otra de sus frases. Como anticipó LPO, ante el acuerdo con el FMI, que no pasará por el Congreso, el plan financiero del presupuesto 2019 será un fuerte debate.
Pichetto lo respaldó. "No es momento de hacer un debate sobre la realidad, sino de cumplir", instruyó. Rodríguez Saá fue diplomático y habló de apoyar la "gobernabilidad" y Romero recordó su propuesta de hacer un pacto de "jerarquía presidencial" entre la Casa Rosada y el parlamento, que ya fue ignorado en 2016.
Tras una hora de reunión Macri se fue y Frigerio intercambió algunas palabras más con los senadores, que el miércoles comenzarán a tratar en comisión la ley para limitar los tarifazos aprobada en Diputados.
El presidente confía en frenarla pero necesita a varios senadores del bloque de Pichetto y al resto de los opositores presentes en la reunión de esta tarde. "No será fácil si al menos no dan un gesto para cambiar de rumbo. Y parecen interesados", anticipó uno de ellos a LPO.
El documento firmado consiste en un respaldo general al Gobierno ante la corrida cambiaria de estos días. "El sistema político democrático argentino está comprometido con la defensa de la estabilidad financiera, sobre la base del crecimiento económico, el mantenimiento y la generación de fuentes de trabajo y la defensa de la producción nacional".
"Como muestra de ello y conscientes de que los procesos de inestabilidad financiera terminan perjudicando, sobre todo, a los que menos tienen y como demostración de nuestra responsabilidad institucional, presidentes de diferentes bloques del Senado nos hemos reunido hoy con el presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri, para manifestarle nuestro compromiso y voluntad por defender los intereses de todos los argentinos", concluye.
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Para postre, los grandes "demócratas", los defensores de la "república" y otros príoceres, descartan convocar a determinados bloques sólo porque les parece que les van a escupir el asado.
La gente debiera saber esto, porque yo lo viví: en el 83, cuando se recuperó la democracia, todos estos tipos (senadores y diputados) venían a trabajar con raídos sacos de Modart. Hoy, entrás al Congreso y notás un verdadero lujo asiático, con legisladores que por poco no lucen prendas de Oscar de la Renta, Givenchy o Prada. Todo el Congreso huele como un burdel de primera categoría.
Los que se reunieron con Pinedo son cómplices del gobierno o están en camino de confirmalo.