El Gobierno extendió hasta febrero la presentación de las nuevas estructuras de los ministerios, que Mauricio Macri pidió que se achicaran en al menos un 20 por ciento.

Desde hace semas, el vicejefe de gabinete, Mario Quintana, que se quedó en enero en la Rosada a diferencia de Macri y Marcos Peña, recibe las propuestas de los ministros con sus nuevos organigramas.

Algunos ministros achicaron muy por debajo del 20 por ciento que pedía Quintana e incluso hubo un ministro que presentó una estructura más grande que la que tenía.

En principio, la nueva estructura del Gobierno iba a ser presentada en enero, pero en los ministerios se siguen librando batallas de supervivencia. En teoría, el rango que se verá más afectado es el de las subsecretarías, que en muchas áreas se eliminarán por completo.

El ajuste viene con trampa: muchos de esos subsecretarios serán ascendidos a secretarios y a otros, que bajarán de categoría a directores generales o coordinadores, se les mantendrá el sueldo actual con unidades retributivas, según confirmaron a LPO en la Rosada.

Con algunos ministros de vacaciones, incluso el propio Andrés Ibarra, que monitorea desde Modernización los borradores que le presentan los ministerios a Quintana, el Ejecutivo decidió postergar hasta el mes que viene la presentación de los nuevos organigramas.

Por otro lado, como adelantó LPO, en la cúpula del PRO quieren aprovechar el ajuste de cargos para sembrar de funcionarios leales a las delegaciones que tienen el interior del país los organismos nacionales, como la Anses y el Pami.

"Vamos a eyectar radicales", resumieron a LPO en la Casa Rosada. Los radicales tienen la hegemonía de los cargos nacionales en las provincias. En el macrismo incluso aseguran que todavía hay sobrevivientes de La Cámpora en muchas dependencias.