El jefe de Gabinete del Avellaneda, Pablo Vera, presentó su renuncia a Jorge Ferraresi el viernes pasado, en medio de un clima de hermetismo de las autoridades del municipio.

Desde Avellaneda confirmaron a LPO la dimisión del funcionario, aunque no quisieron dar explicaciones sobre el tema. Sin embargo, la oposición describe que la relación entre Ferraresi y Vera -dirigente del PJ y referente local del Movimiento Evita- se tensó cuando esa agrupación hizo explícito su apoyo a la precandidatura de Florencio Randazzo.

Es que Ferraresi y su par de Ensenada, Mario Secco, son los intendentes "ultra K", en los que más se apoyó Cristina Kirchner antes de lanzarse a la campaña. Por eso, cuando la ex Presidenta comenzó a dar signos de que jugaría en la elección, Ferraresi se volcó de lleno en su apoyo y criticó a Randazzo, pero su jefe de Gabinete no dio señas de abandonar el Evita.

Vera junto a Ferraresi

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"En Avellaneda se dice que Ferraresi lo presionaba para que deje la agrupación", dijeron a LPO fuentes de la oposición local y hablaron del "equilibrio" entre Randazzo y Cristina que debía hacer el ahora ex funcionario, que según esa versión sufría un "destrato personal".

Desde la organización que conducen Emilio Pérsico y el Chino Navarro admitieron a este sitio que Vera y Ferraresi venían teniendo una relación tensa. En una chicana al intendente, dicen que cumple el manual del kirchnerismo más duro de exigir una subordinación a su figura, mientras que el carácter de su funcionario lo hizo distanciarse.

Vera llegó al ejecutivo local en diciembre de 2015, pero había ido segundo en la lista de concejales y actualmente está en uso de licencia -suplantado por Rubén Cavallatti- por lo que se supone ahora volverá al Concejo Deliberante. En el recinto, el funcionario había armado un bloque con cuatro concejales. Tarde o temprano, eso le generaría problemas con Ferraresi.