Mientras los analistas económicos de la City porteña hablan de "súper-peso", porque con el dólar debajo de los $16, el tipo de cambio bilateral frente a los Estados Unidos está en niveles similares a los previos a la megadevaluación de 2002 y la devaluación de 2014.
Por eso, los analistas advierten de los riesgos del "super-peso" en materia de muy baja competitividad, el costo en empleos industriales de las importaciones, y su efecto recesivo.
Sin embargo, para el vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach, esta comparación es sesgada. En su twitter comentó: "Qué poco se mira al mundo cuando en la Argentina se habla de tipo de cambio real" y adjuntó una planilla de cálculo con el Ãndice del tipo de cambio real multilateral (ITCRM) en reclamo a sus colegas por solo centrarse en la comparación con el dólar (ITCRM) y no mirar la relación del peso con las demás monedas.
A la fecha, el último registro del Ãndice de tipo de cambio real bilateral (ITCRB) frente al dólar es el de ayer jueves cuando el dólar cotizaba $16,71 -22 centavos menos que hoy- y el ITCRB era de 79,8. (El valor de 100 representa la paridad de monedas al 17 de diciembre de 2015, cuando Macri liberó el cepo cambiario y la divisa se fue a $14. Cuando el Ãndice baja, la moneda se aprecia, es decir se encarece y tiene mayor poder de compra en el exterior; por el contrario cuando sube, la economÃa gana competitividad.)
Si solo se mira la relación frente a Estados Unidos, somos 20,2% menos competitivos que en diciembre de 2015; frente a China en el mismo lapso perdimos 21,7% de competitividad y contra la zona euro, 22,3%. Solo frente a Brasil Argentina ganó terreno en 7,4%, pero esto se debe en realidad a que el real está aun más atrasado que el peso.
El argumento de Llach no es inválido. El paralelismo simple con la ruptura económica de 2002 es sesgado. El tipo de cambio bilateral supo estar mucho más atrasado durante varios años en los noventa cuando el Ãndice se mantuvo tozudamente debajo de 70 sin que la economÃa implosionara.
Pero el "super-peso" es una señal de alarma que traduce en Ãndices macroeconómicos una realidad tangible: vacacionar en la costa argentina es más caro que hacerlo en Punta del Este o en Brasil, la ropa y el calzado tiene precios elevadÃsimos, al igual que los combustibles. Y todo esto detiene a la economÃa. Basta cruzar las fronteras para conseguir electrodomésticos, indumentaria y combustibles sustancialmente más baratos. Y los viajes de compras a Chile, Paraguay y, en menor medida Brasil están a la orden del dÃa.
Por eso las crÃticas no tardaron en llegar: "Vos decÃs que somos enfermos por el dólar?", "las cosas de todos los dÃas están mucho más caras acá que en Chile, Brasil, España", "o sea que vos pensás que el tipo de cambio está bien?", le respondieron.
También le recogió el guante el economista del CEMA, Carlos Rodriguez, que se preguntó "Y las colas a Chile como se explican??"
Entre 2012 y 2014 el ITCRB frente a Estados Unidos osciló entre el 77,7 y el 88 alcanzado el 13 de enero de 2014 cuando la presión sobre la moneda empezó a crecer, lo que derivó en la decisión del entonces presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, de devaluar un 21% y llevar el dólar de $6,52 a $8, cuando dejó ITCRB frente al dólar en 104,2.
La vez anterior que se habÃan registrado valores similares fue a fines de 2001. De hecho hasta el 10 de enero de 2002, el ITCRB frente al dólar oscilaba entorno a 78,3, cuando la economÃa llegó a su lÃmite y amanecimos el 11 de enero con una megadevaluación que llevó el ITCRB a 109,4 de un sacudón.
Si se miran las cifras del ITCRM (y no solo los números desde noviembre de 2015 como propuso Lucas Llach) y se tiene en cuenta que todas las monedas tuvieron fuertes devaluaciones frente al dólar en el último año, los números no son tan alarmantes porque las demás monedas también se atrasaron respecto del dólar: el ITCRM está en 86,4 actualmente; no tan distante del rango que tenÃa en los años noventa cuando oscilaba entre el 65,8 y el 84. Sà más distante del 68,4 de ITCRM previo a la megadevaluación de 2002 y pero no mejor que el 103,1 previo a la devaluación de Fábrega.
Sin embargo, el ITCRM oculta una complicación. El tipo de cambio brasileño está más atrasado que el argentina, lo que puede leerse como que Argentina ganó competitividad relativa, o bien como qu el real perdió más competitividad que el peso y, por ende, sus problemas económicos son incluso mayores. De ser una mejora competitiva, se habrÃa traducido en una mejora de las exportaciones. Pero, por el contrario, en enero el balance comercial bilateral tuvo un saldo negativo récord.
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no hagas grafiquitos estúpidos que no sirven para.nada
la realidad es chile, paraguay y eze.
Se fundió una pyme que fabricaba llantas Cimetal y cuantas van....
Estos funcionarios son tercos y no quieren ver la realidad.
Esto puede explotar después de las elecciones.
El dolar atrasado mata la economía argentina.