Tal como anunció en exclusiva LPO, Vale reactivará los trabajos en Mendoza, más precisamente en el yacimiento Potasio Río Colorado. Será tres veces más chico que el proyecto original, pero adecuado para los tiempos que corren.
La intención es venderlo y para eso se achicó. El acuerdo se cerró en abril pasado, y la intención era obtener el visto bueno de la Nación a partir del acuerdo con Mendoza. Finalmente la negociación se cerró con acto, cámaras y periodistas, en el Mini Davos de Mauricio Macri.
A grandes rasgos, la minera se comprometió en 6 meses a entregarle al Gobierno provincial un proyecto de extracción de 1,4 millones de toneladas de potasio al año, en vez de las 4,5 del cálculo original.
Asimismo, se descartará la construcción de la vía férrea desde Malargüe, al sur de Mendoza, hasta la costa bonaerense. Así, el mega emprendimiento que originalmente demandaría una inversión de unos 6.000 millones de dólares, quedará en 1.900 millones.
Como contrapartida, Alfredo Cornejo se comprometió a buscar interesados, y darle beneficios a los eventuales compradores del proyecto a la minera brasileña. “Vale sale a buscar inversores para traspasar la empresa a otro dueño”, comunicó el Ministerio de Energía y Minería de la Nación tras a firma del acuerdo.
No tan amistoso el hombre fuerte del gobierno de Cornejo, el ministro Enrique Vaquié: “No queremos judicializar el asunto, pero si hay incumplimiento se rompe el acuerdo y hasta puede considerarse el fin de la concesión de Potasio”.
Como se ve, más allá de cómo se vendió el acuerdo, Vale dejará Mendoza a cambio de “ayuda” para colocar el fallido proyecto que ilusionó tanto a Néstor Kirchner, como a Cristina y ahora, aunque en menor medida, a Mauricio Macri.
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