La reunión de hoy jueves de Andrés Manuel López Obrador con Xi Jinping en California fue antecedida por un encuentro de cuatro horas que ayer miércoles sostuvo el presidente chino con Joe Biden en las afueras de San Francisco. En ese encuentro Xi se sumó a la cruzada de Biden contra el tráfico de fentanilo.

Ese dato se vio reflejado en la conversación de hoy jueves. Según pudo conocer LPO, China aportará tanto a EU como a México información sobre los vínculos comerciales que existen entre los cárteles mexicanos y los proveedores asiáticos de precursores químicos, así como también los datos de las empresas afincadas en México que importan químicos desde Asia.

En la lógica del Departamento de Estado, ahora México está más obligado a embestir contra los grupos criminales, así como también a ir tras empresas privadas a través de la UIF, un reclamo recurrente desde las agencias de seguridad de EU. Pregunta ineludible: ¿Pablo Gómez seguirá al frente de esa dependencia que se vuelve crucial?

El pasado martes, antes del viaje a San Francisco, López Obrador habló largos minutos sobre las acciones contra el tráfico de fentanilo, casi como un mensaje previo a sus encuentros con Xi y Biden, a quien verá mañana viernes. Horas antes el tabasqueño había estado en Badiraguato, Sinaloa, municipio donde tiene su origen el cártel de esa entidad.

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¿Cuál fue el mensaje de esa incursión? En Palacio Nacional lo presentan como una señal de fuerza del presidente contra el grupo criminal que controla el negocio del fentanilo.

Hoy jueves, según fuentes diplomáticas, López Obrador, contrario a lo que sucede en los diálogos de alto nivel sobre seguridad con funcionarios de EU, no contradijo en ningún momento a las contrapartes chinas sobre la existencia de laboratorios de fentanilo en México. En la última reunión en CDMX ese dato generó un contrapunto evidente entre la canciller Alicia Bárcena y la secretaria de Seguridad Rosa Icela Rodríguez.