Hay una carrera sigilosa entre el almirante Rafael Ojeda Durán y el general Luis Cresencio Sandoval por el destino de la Fiscalía General una vez que Alejandro Gertz Manero se separe formalmente del cargo. Esto fundamentalmente por una maniobra de la Sedena para instalar a un oficial como sucesor de Gertz, algo que la Marina rechaza.

A medida que se acerca la temporada electoral, cada resquicio de poder se vuelve un partido a disputar. El ex consejero jurídico Julio Scherer, que milita en el campamento de Claudia Sheinbaum, avala la maniobra de la Sedena mientras que la postura de la Semar tiene el visto bueno del canciller Marcelo Ebrard.

La tensión entre las cabezas de las Fuerzas Armadas viene de hace por lo menos año y medio. Ojeda no acepta la cantidad de responsabilidades y negocios que está controlando el Ejército y la nula participación de la Marina en los mismos. El panorama aeroportuario es un ejemplo perfecto: Ojeda pretende que la Marina se quede con el control del AICM así como la Sedena ya opera el AIFA. LPO reveló que Washington ve con buenos ojos este movimiento.

Días atrás, en el marco de este conflicto, en San Lázaro se vivió una situación casi delirante porque mientras los diputados federales recibían llamadas de la Sedena pidiendo que se apruebe el control del espacio aéreo al Ejército, desde la Semar provenían llamados casi sincrónicos para reclamar lo contrario y explicar por qué la Sedena no debía sumar esa atribución.

Desde ya, el destino de la Fiscalía es un premio máximo por el rol de este organismo en la seguridad doméstica. Ojeda no quiere al Ejército involucrado en asuntos delicados de la relación bilateral con EU como es la extradición de Ovidio Guzmán: a los ojos de Washington no está generando confianza cómo procede actualmente la Fiscalía en ese expediente, donde no se ve una gran energía puesta en tumbar las medidas que dilatan la extradición de Ovidio al país vecino.

Tampoco agradan en la Marina ciertas revelaciones sobre viajes que realizó Gertz a EU en aviones militares. El todavía fiscal tiene en su haber una historia traumática en todo lo referido a viajes en avión a EU, algo que comenzó en el sexenio de Vicente Fox, una madrugada turbulenta en el aeropuerto de La Guardia en Nueva York. Gertz integraba el gabinete de seguridad. 

La Suprema Corte es otro terreno de confrontación. Desde la Sedena se habla de cierto rol de la Marina en el descarrilamiento de la nominación de Yasmín Esquivel para la presidencia del máximo tribunal. Pregunta ineludible: ¿Tiene alguna conexión con ese cabildeo el rol de empresario José María Riobóo en ciertas licitaciones restringidas de la Sedena?

Es un detalle no menor porque da lugar al escenario de que así como la Marina impuso su determinación en el futuro de la Corte, ahora al Ejército le toca asegurar su control sobre la inminente vacante de la Fiscalía.