En los contactos de las últimas horas entre el Gobierno mexicano y la Casa Blanca para tratar la crisis fronteriza - incluida una conversación entre Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden -, no figura el cuadro de situación que domina la política en Washington, o sea, que los demócratas deben blindar la frontera sur para que los republicanos aprueben 60 mil millones de dólares para la guerra en Europa.

Según pudo conocer LPO, los funcionarios estadounidenses usan la carta de las elecciones presidenciales del año que viene para presionar a López Obrador en la búsqueda desesperada de resultados. Alegan que el drama migrante es uno de los motivos que dificultan la reelección de Biden y que no lograr avances favorece un regreso de Donald Trump que sería muy negativo para México.

Desde Washington le describen a López Obrador un Trump diferente al de su primer mandato. Menos negociador, sumamente unilateral y más extremo en su retórica anti-migrante.

Biden, igual que Trump en el pasado, necesita que AMLO le asegure un blindaje absoluto en la frontera con Centroamérica que limite la cifra de 8000 personas diarias que llegan a la frontera con Estados Unidos. Trump presionó a López Obrador con aranceles comerciales que eran fulminantes para la economía mexicana. Una carta que todavía los demócratas no ponen sobre la mesa.

Aunque ya hubo una primera advertencia esta semana cuando se cerraron durante cuatro días dos cruces ferroviarios en Texas con un costo, según el empresariado mexicano, de 100 millones de dólares diarios. Los cruces se reabrieron ayer jueves mientras Biden y López Obrador hablaban por teléfono.

Esta situación se volverá más compleja si Biden no mejora en las encuestas ya que Trump es el favorito tanto en la interna de su partido como en una elección contra los demócratas. La resolución judicial de esta semana que lo dejo fuera de la interna de Colorado es lateral poque es un estado que no tiene peso en la definición de la candidatura. Biden y sus asesores padecen la realidad de que mientras la economía doméstica da señales positivas no hay un correlato en las encuestas, algo que tendría Biden en estado de constante frustración según informó el periodista de The Washington Post, Tyler Pager.

López Obrador, por su parte, cree que las chances de Biden han disminuido por el papel de Estados Unidos en las guerras de Europa y Medio Oriente. Por eso ayer jueves antes de hablar con su homologo se permitió decir en su conferencia matutina que él se sostiene neutral en el conflicto de Israel.

La Casa Blanca necesita con urgencia que el presidente mexicano deje de hablar tanto de empleo y desarrollo como respuestas al drama de la migración y comience a sintonizar con el discurso de seguridad de Washington.

Por cierto, la imposibilidad del gobierno mexicano de controlar el flujo de personas a lo largo de su territorio confirma la tesis del consejero de Seguridad Jake Sullivan: que México no tiene soberanía plena sobre su geografía y que en ciertas regiones la disputa con mafias y grupos criminales.

Una idea que se enlaza con lo sucedido en el último Diálogo de Alto Nivel en Seguridad que fue en octubre en la CDMX. Allí los emisarios de Biden contaron que, entre las personas arrestadas en la frontera, intentando ingresar a EU, aparecieron sospechosos de actividades terroristas.

A este panorama obedece que en los próximos días quienes vendrán a la CDMX con el secretario de Estado Antony Blinken son Alejandro Mayorkas y Elizabeth Sherwood-Randall. El primero negocia la seguridad fronteriza con los republicanos y la segunda es quien le habla a Biden sobre todo lo referido a la seguridad bilateral con México.