A pesar de que la oposición ya está en campaña para derrotar a Morena en las elecciones de 2024, hasta el momento el war room de Xóchitl Gálvez sigue sin conformarse en su totalidad. A raíz de esto, según pudo saber LPO, las tensiones volvieron a surgir en los últimos días a raíz del poder que tomó dentro del búnker el diputado federal Armando Tejeda, un hombre muy cercano a Marko Cortés y por el cual Claudio X. González presiona para mantener al frente durante los próximos meses.

Como detalló LPO, la coordinación de campaña habría recaído en un primer momento sobre Santiago Creel, quien se retiró de la contienda presidencial para robustecer la figura de Gálvez. A pesar de esto, durante los últimos fue reemplazado en los hechos ya que, fuentes del PAN aseguran, "se fue de vacaciones" luego del malestar que le generó haber perdido su puesto en la lista plurinominal para el Senado.

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Ante estos idas y vueltas, quien acaparó importantes cuotas de poder es el diputado federal y secretario de Elecciones de Acción Nacional, Armando Tejeda, un hombre de confianza de Marko Cortés. A raíz de su trabajo, durante los últimos días logró ganarse, además, la confianza de Claudio X. González, quien ahora presiona para que permanezca en su cargo como coordinador de la campaña de la senadora federal.

Dicho puesto es una de las mayores incógnitas del war room de Xóchitl Gálvez ya que, hasta el momento, no está confirmado. Este punto constituye uno de los mayores problemas de su campaña porque no hay una persona que logre coordinar los actos y acciones de los tres paritos que constituyen el Frente y de los que participa la candidata presidencial. En consecuencia, esto comenzó a generar malestar dentro del búnker ya que existen posiciones encontradas y enfrentadas sobre cómo actuar durante los próximos meses.

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Por ejemplo, según pudo saber esta redacción, la candidata a presidenta ostenta cierto malestar con la comandancia del PAN, a la que acusa de llevar a cabo actos y eventos desorganizados y poco planeados. Ante esta situación, durante las últimas semanas creció la afinidad entre Xóchitl y Alito Moreno, a quien le reconoce justamente lo contrario: buena disposición, estructura y orden a la hora de realizar convocatorias proselitistas.

En el fondo, la disputa es más profunda. En un búnker desorganizado donde todavía no existe una clara dirección, las ideas de campaña chocan. Por un lado, Claudio X. promueve una candidatura por fuera de las estructuras partidarias tradicionales y más cercana a la ciudadanía para crear un movimiento ciudadano. Por el otro, el tricolor fomenta una campaña tradicional, con su histórica estructura como base principal y su aparato a disposición de la mujer que buscará destronar a Morena.

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Estas indefiniciones afectan a la campaña de la senadora. Hasta el momento, las vocerías de su equipo no están confirmadas y los nombres para ocuparlas siguen rechazando los ofrecimientos. La coordinación ya la negaron Lilly Téllez y Germán Martínez, entre otras figuras. Mientras tanto, las indefiniciones continúan y las tensiones y las presiones crecen.