Poco a poco, luego de años de una fuerte presencia en redes sociales (y la enorme inversión que desembolsó para ello), el empresario Ricardo Salinas Pliego logró convertirse en una referencia para cierto sector de la población con opiniones conservadoras en Twitter y YouTube, al estilo de un influencer polÃtico norteamericano.
Ahora, con motivo del anuncio de los lineamientos de la Nueva Escuela Mexicana 2023-2024 y en la figura de uno de sus voceros (el lector de teleprompter Javier Alatorre), el dueño de Grupo Salinas declaró la guerra a la 4T por el "virus del comunismo" que contienen los recién publicados libros de texto gratuito de la SEP.
En opinión de Salinas Pliego, se trata de una "conspiración fraguada por comunistas trasnochados como el director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, y el subsecretario Luciano Concheiro; el Marx mexicano, sÃ, Marx, quien incluso trajo de Venezuela al exfuncionario chavista Sady Arturo Loaiza".
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"Los manuales que van a utilizar los maestros para la educación de los niños están en contra de la libertad. Buscan convertirlos en esclavos sumisos de una dictadura comunista", asegura el guion de TV Azteca, cuya reacción en Palacio no se hizo esperar. Fuentes cercanas a la oficina de Beatriz Gutiérrez Müller confiaron a LPO los detalles de la campaña del magnate.
Según esta versión, Ricardo Salinas Pliego estarÃa plegándose a la campaña del actor guadalupano Eduardo Verástegui, aspirante presidencial independiente. Lo anterior para no confrontarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador ante la insistencia del otro lado de sumarse a Va por México. No con la 4T, pero tampoco con Claudio X. González.
Al contrario, Verástegui no sólo destapó sus planes para 2024 atacando al PAN y a Xóchitl Gálvez, sino que además confirmó que continúa al servicio de Donald Trump y su agenda para los "hispanos" (la forma en la que se refieren en la Casa Blanca a América Latina). Basta recordar que Salinas Pliego es un conocido financiador de las campañas de Trump, desde 2016 (incluyendo desde luego su campaña de reelección).
Esto va más allá de una fuerte amistad sellada bajo la forma de una agenda anticomunista. Entre Salinas Pliego y Verástegui hay negocios de por medio. Las demandas en Estados Unidos contra Grupo Salinas por incumplimiento de pagos, que han llevado a la empresa a una "quiebra involuntaria", podrÃan resolverse si el Partido Republicano regresa al poder.
Los planes de expansión del tercer hombre más rico de México se han visto frustrados -y superados por Emilio Azcárraga- por una deuda de 600 millones de dólares; deuda que junto al pago de impuestos al cual lo obligó el SAT de la 4T, han puesto un lÃmite a Salinas Pliego. Con la dupla Verástegui-Trump, amantes de la televisión, eso podrÃa desaparecer. Al menos eso aseguró el ex embajador Christopher Landau a varios hombres de negocios.
Un apunte personal, como lo revelaron en el entorno de Gutiérrez Müller: Salinas Pliego suele referirse a AMLO con desprecio; "GobiernÃcola", le llama. En público dijo a López-Gatell, "Gatoell", y ha hablado del cuerpo de Citlalli Hernández de formas racistas y clasistas. Un arma que vende a Verástegui, cuyos modos no son estos, aun cuando ambos cayeron ante la provocación de Marx Arriaga: "Tienen justo un mes para detener la NEM", escribió con sorna el funcionario de la SEP, precisamente un operador de Gutiérrez Müller.
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