Minutos después del anuncio sobre el doble comando para la Mesa Directiva de San Lázaro, La Política Online reveló en exclusiva el malestar que expresó Gustavo Madera en la reunión plenaria. Allí acusó a Ricardo Anaya y a Marko Cortés de haberlo traicionado otra vez, al incumplir con un supuesto pacto para colocarlo a él en dicho rol.

Dos días después, y aunque había prometido no hacer declaraciones explosivas, el propio Madero confirmó la primicia de LPO. Dijo que sin que él lo pidiera, Anaya le ofreció un año atrás la presidencia de la Mesa Directiva después de dejarlo sin la coordinación del grupo. "Salió de su boca y no fue una solicitud mía", aseguró.

Denunció entonces que Anaya tiene "secuestradas" las decisiones de su partido por consolidar su candidatura presidencial para 2018: "La agenda de una aspiración legítima, pero cuando la anticipas de esta manera, contamina y secuestra las decisiones de un partido".

Con este malestar confirmado en público, entonces la respuesta de Anaya no se hizo esperar: "En el PAN tenemos que mantenernos unidos, pero que quede claro que la prioridad es entorno a principios, a valores, no aintereses ni privilegios".

"Digo con toda claridad: yo no voy a polemizar con un ex presidente nacional, al que en el PAN respetamos. En segundo lugar, sí quiero dejar bien claro que no hubo incumplimiento alguno. Y tercero, estoy convencido que conforme pase el tiempo se serenarán los ánimos y se entenderá mucho mejor la decisión que hemos tomado", sostuvo.

Aclaró que está convencido lo que tanto Javier Bolaños como Guadalupe Murguía, harán un gran trabajo en la mesa directiva de la Cámara de Diputado, "y nos harán sentir orgullosos como mexicanos y como panistas".