El estilo de hacer política de Martí Batres es fiel a su origen. Nadie puede negarlo. Cercano a la calle, a las bases de Morena y a las organizaciones de la sociedad civil. Su trabajo refleja el clima de izquierda en la Ciudad de México, lo cual -por otro lado- le valió no pocas disputas públicas con sus propios compañeros, como aquella renuncia a la Secretaría de Desarrollo Social después de criticar el saludo de Marcelo Ebrard al entonces presidente Felipe Calderón durante su V Informe.

Sin embargo, frente a las posiciones maximalistas de Batres Guadarrama, ha prevalecido su lealtad al partido marrón y a Andrés Manuel López Obrador, cosa que no es menor y que puede decirse de muy pocos. Tras el contundente triunfo presidencial y su llegada a la Cámara Alta (como lo reveló esta redacción en su momento), una nueva etapa se abrió para esta generación de políticos que iniciaron su carrera política en movimientos estudiantiles en la UNAM; es el caso de Claudia Sheinbaum, o muy recientemente de Citlalli Hernández, también senadora.

"No es lo mismo hacer política desde la resistencia que desde el Gobierno", repiten al interior del CEN del Partido de la Regeneración Nacional. Pues aunque desde 1997 (al menos en la capital), esta generación obtuvo lugares importantes dentro de la administración pública para llevar a cabo su tarea transformadora, nunca como antes estuvieron libres y en una posición con tal legitimidad para efectivamente hacerlo.

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No hay Chuchos, ni ADNs, ni Cárdenas u otros arcanos fundadores del Partido, ni panistas o priistas en Los Pinos que detengan tal impulso renovador. Por ello, informaron a LPO en el entorno de Martí, todo ese cúmulo de experiencia y tradición de lucha quedará en segundo término para el Presidente de la Cámara de Senadores. "El cargo y la obligación lo ameritan", añaden.

De acuerdo con esta versión, la aparición de Martí en el Sexto Informe de Gobierno y la polémica desata por Gerardo Fernández Noroña -con quien el camino lo ha cruzado en diferentes facetas- puede explicarse por este viraje del titular del Senado hacia un posición estrictamente institucional. "Los que se doblan frente al poder", llamó Noroña a Porfirio Muñoz Ledo y a Martí.

"Esto será la critica que viene. Pero recomendamos a Martí: no sin polémicas, pero sí menos polemista estos seis años", aclaran a LPO. Según la misma fuente, Martí intentará renovar su imagen como un hombre de estado, y menos como representante popular de la oposición, para operar con efectividad desde el Congreso en favor de la presidencia de AMLO. La tarea es mayúscula. "Ya tiene más de 50 años, y por delante un futuro brillante. Sabe que es necesario este paso para su carrera política".

¿En qué está pensando Martí para su futuro? Por ahora es un misterio. Pero sin Monreal en medio, y sabiendo lidiar con la enorme influencia de Andy López Beltrán, la lejana sucesión en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento podría estar en la mira.