Hace tiempo se tejía el papel de Roberto Gil Zuarth ante una derrota de Ricardo Anaya. Ahora va tomando fuerza, sobre todo con la posibilidad de que se lance por la dirigencia del PAN, y aunque por ahora el senador con licencia apuesta al misterio, ya reconoce que existe esa posibilidad.

Lo hace justo tras el destape público del diputado Marko Cortés, una figura muy ligada a Anaya. Sin embargo, Zuarth advierte que no hay aún condiciones para la competencia, aunque celebró el tono conciliador del coordinador de los panistas en San Lázaro.

"Hace unas semanas estábamos a punta de pistolas, hoy ya un pre-candidato habla de reconciliación. Qué bueno que ya escucharon el clamor de muchos panistas de que la unidad del partido pasa por escucharnos", refiere a la declaración de Cortés, en donde señala que ya se reunió con gobernadores blanquiazules "para perdonarnos los errores" .

Pero el rumor de que Zuarth será un contrapeso importante representando al ala calderonista emerge con más fuerza en los medios, por lo que esta mañana de miércoles fue directamente cuestionado al respecto: "A partir de acontecimientos recientes y de algunas conversaciones sí estoy en la reflexión pero no he tomado una decisión", respondió, agregando que tomará esa decisión en días próximos.

Es cuidadoso pues hay que recordar que fue muy criticó a las decisiones de Anaya, a quien  lo acusó de olvidar que el Partido está antes que el apetito personal. "Caeríamos en el mismo error quienes hoy le estamos pidiendo la reflexión y una ruta de cambio -al partido- que antepongamos un interés personal antes de esta visión de partido", advirtió.

Lo cierto es que deja mensajes claros sobre la dirección que está tomando, puse aceptó que se ha reunido "con muchos" panistas, entre ellos con los gobernadores. Detalló que percibe un consenso de necesidad de un cambio "drástico, diametral" en la forma en que se está conduciendo el partido.

Y es que aseguró que en este escenario, en el que algunos actores ya hablan sobre la renovación de la presidencia panista, le preocupa que no se esté discutiendo la visión de partido. "Estamos en la ruta de la marginalidad del partido. Nos podemos convertir muy pronto en un PRD o un PRI que simplemente sea oposición testimonial. Tenemos que construir primero esa visión", advirtió.

Aunque también mandó un fuerte mensaje: "No es simplemente un relevo de la dirigencia lo que está en juego, es la supervivencia del partido político. El partido no necesita un nuevo gerente que cuide los intereses de las parcelas en las que se ha fragmentado el partido, ni un gerente del calderonismo ni un gerente del anayismo, sino una dirigencia que dé gobernabilidad, que incluya, escucha, que reforme integralmente a la organización; pero al mismo tiempo creo que no es razonable participar en un arreglo cupular".