Aristóteles Sandoval se ausentó ayer jueves de la reunión de la Conago con Andrés Manuel López Obrador. En paralelo a esa cumbre en CDMX, el gobernador saliente de Jalisco conversaba con su entorno directo sobre la posibilidad de retener el control sobre el PRI de Jalisco una vez que deje el gobierno estatal.

El tricolor terminó barrido en la elección tapatía.  Tendrá 4 diputados en el Congreso estatal y una veintena de alcaldías sobre 125 existentes. Sin embargo, tanto los diputados como la mayoría de los alcaldes responden a Aristóteles.

El gobernador cree que con eso le puede alcanzar para seguir reteniendo el poder sobre el partido. "Todos terminaron mal, pero aquí en el estado yo soy el que menos mal terminó", lanzó el mandatario estatal en una reunión privada.

El discurso de Aristóteles es que la campaña de José Antonio Meade estuvo tan mal organizada que por eso fue imposible remontar las chances del partido. como otros, el mandatario le apunta a Enrique Ochoa y a la consultora Alejandra Sota. " A Sota la echaron de la campaña del Edomex un mes antes del final y solo por eso Del Mazo consiguió ganar, si ella seguía terminaba tercero".

Aristóteles le pidió a su staff asegurar una transición ordenada con Enrique Alfaro. Quiere tener una buena relación con el nuevo gobernador no solo para evitar persecuciones sino para que este le habilite espacio para reordenar al PRI.