Al menos hasta ahora, Andrés Manuel López Obrador no sufrió en ninguna de sus visitas a universidades públicas o privadas. No es su espacio natural, pero nunca se ha sentido extraño en esos escenarios. No obstante, quizás más cerca de la Presidencia que nunca, despertó un poco de dudas alrededor de la invitación que le hizo el ITAM para la próxima semana.

Claro, hay un antecedente: sus palabras respecto a la comunidad universitaria del ITAM en septiembre de 2016, cuando calificó de "malos técnicos" a los egresados del instituto, han despertado la controversia tras anunciarse su posible asistencia al Campus de Río Hondo.

Hay que recordar que el ITAM es la cuna de la tecnocracia, esa elite de economistas que se fue apoderando de las áreas más relevantes de la administración pública. Agustín Carstens, José Antonio Meade, Ernesto Cordero y Luis Videgaray son algunos de los máximos exponentes de esta "casta". 

Vanessa Rubio, mano derecho de Meade, aprovechó el momento para traer al presente las descalificaciones que lanzó el tabasqueño, a propósito de los asesores y funcionarios estrella en Los Pinos. "Se creen científicos y son malos técnicos. Y lo peor: son corruptos", acusaba López Obrador.

De acuerdo con un operador de Morena en el war room de AMLO, la vulnerabilidad de la seguridad en el ITAM es un factor que ha impedido una luz verde del tabasqueño como sí ha ocurrido con Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Margarita Zavala. La candidata independiente, por ejemplo, ya confirmó la fecha y el horario de su presencia: el próximo 10 de abril a las 10:00 horas en el gimnasio del Instituto.

Según pudo saber LPO sobre la organización del evento, se decidió que el espacio idóneo para la conferencia de los presidenciables -debido a lo pequeño del auditorio principal- sería precisamente el gimnasio, el cual se acondicionará para la ocasión.

Este medio ya reveló las dudas que existen en el bunker de AMLO: temen que se trata de una trampa para instalar una reversión del #YoSoy132, ese movimiento de jóvenes que nació justamente con una visita de Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana.

Esta redacción tuvo información de que Zoé Robledo y Pedro Salmerón, miembros de la comunidad itamita y personalidades del partido marrón en el entorno de López Obrador, figuran como los nexos con el equipo presidencial de Morena. 

Robledo y Salmerón presentaron sus dudas -el senador ya vivió en carne propio los ataques de Denise Dresser en esos foros- y luego comunicaron la invitación a Tatiana Clouthier, con la garantía de no habría ataques, boicots ni ningún tipo de complot.

El cordón de seguridad -le repiten a Clouthier Carrillo- estará conformado por egresados del Instituto que simpatizan con la causa de Morena, un partido nutrido de las filas itamitas. Entre ellos, además de Cuevas Barrón y Delgado Carrillo, el propio senador Robledo, Salmerón Sanginés, el diputado federal Vidal Llerenas y el diputado local Néstor Núñez.

"No hay nada que temer", insisten los itamitas, quienes no quieren perder la oportunidad de dialogar con el puntero en las encuestas, y acaso valerse de esto para hacer borrón y cuenta nueva.