Son momentos de tensión en el War Room de José Antonio Meade. El comando electoral quiere un acto multitudinario este domingo en Yucatán, una verdadera muestra de músculo electoral que por estas horas estaría en duda.  De hecho, de continuar todo por el rumbo actual, será un lanzamiento de campaña tibio para la que se considera la principal maquinaria electoral del país.

Los señalamientos son obvios. El entorno de Aurelio Nuño dice que Pablo Gamboa Miner, Ivonner Ortega y Jorge Carlos Ramírez Marín no estarían movilizando la cantidad de gente que se esperaba. En paralelo el gobernador tricolor Rolando Zapata se habría quejado de que hay muchas fallas en la organización y la logística del acto. Asuntos que estarían ligados a temas administrativos y de pagos a proveedores. Notable: una campaña que es comandada por tecnócratas arrastra desde su inicio problemas y demoras con los pagos que son propios de partidos pequeños o formaciones iniciales.

El hijo de Emilio Gamboa ganó una elección por voto y armó un aparato inicial para ser candidato a gobernador. Esto primero le fue vetado y luego el segundo golpe llegó con la novedad de que Gamboa Miner está décimo en la lista de pluris del PRI al Senado. Traducción: si Meade no lográ un piso de 28 puntos se queda afuera. Este sería el motivo de la frialdad para con el lanzamiento.

Más inquietantes son todos los movimientos que rodean a Ivonne Ortega, a quien se señala que tiene operadores en las campañas de Morena y del PAN a la gobernatura estatal contra el aspirante del PRI.

Ramírez Marín tiene directamente un historial de tensiones con los itamitas de la campaña de Meade que también lo barrieron de su sueño de la gobernatura yucateca. Los sondeos para el Senado por elección lo ubican en un segundo lugar.