Las puertas de Los Pinos se cerraron abruptamente para Ricardo Anaya, quien en otro momento del sexenio funcionaba un canal de negociación entre el Gobierno y el PAN. La "traición" y el desconocimiento de los acuerdos en torno a la Fiscalía General terminaron de reventar una relación que era cordial y de colaboración.

"Ricardito se creyó que podía ser Presidente", era la frase de encumbrados priistas cuando vieron el grado de autonomía y beligerancia que empezó a mostrar el joven de Querétaro. Las broncas con el dirigente nacional fueron creciendo a medida que los cruces mediáticos y judiciales se incrementaban entre el blanquiazul y Los Pinos.

Desde entonces, muchos operadores del PRI aseguraban que existían un amplio dossier para señalar a Anaya en múltiples irregularidades. La operación arrancó desde El Universal con el enriquecimiento de la familia política del candidato del Frente, que terminó en un juicio con el periódico.

Siguió con la presunta triangulación de fondos a través de una fundación para construir un edificio en Querétaro, investigación que publicó Proceso. Y terminó con un reciente escándalo por presunto lavado de dinero, revelado por La Jornada, pero avalado por la PGR.

El entorno de Ricardo Anaya cree que los embates seguirán en la próxima semana, justo cuando la campaña de Margarita Zavala empiece a tomar vuelo. Los puntos que pueda robarse la ex Primera Dama serán cruciales para achicar la brecha que todavía existe para Meade.

Según pudo saber LPO, en los días pasados, uno de los principales operadores políticos de Anaya se reunió con una panista hidalguense para intentar una plática con Miguel Ángel Osorio Chong, el poderoso ex titular de la Secretaría de Gobernación.

Aunque la relación de Osorio Chong con Los Pinos no es la mejor, Anaya sabe que la inteligencia del país estuvo manejada durante cinco años por este político hidalguense y acaso sea la puerta de entrada para una negociación.

Como reveló LPO semanas atrás, la sensación que se instaló en el CEN del PAN es que Los Pinos hará lo posible para frenar a Anaya, y eso incluye un pacto con Andrés Manuel López Obrador. Esta teoría era agitada por Javier Corral ante la incredulidad del equipo más cercano del candidato presidencial frentista. Hoy el propio Damián Zepeda lo reconoció públicamente.