La posibilidad de una vuelta a México del sindicalista canadiense Napoléon Gómez Urrutia ya genera los primeros efectos en el sector minero. Grupo México, propiedad de Germán Larrea Mota se disponía a realizar una oferta pública inicial de su principal filial, Americas Mining Corporation (AMC). La operación sería en el primer semestre pero el factible regreso de Gómez Urrutia cambia los planes.

Según se comenta en el sector, el gran temor de Larrea Mota es que el sindicalista llegue a México y comience a favorecer a las empresas mineras canadienses, país donde vive desde hace años y donde tiene fuertes contactos empresarios, y al mismo tiempo perjudique a Grupo México.

AMC, que tiene su sede en Arizona, es la filial del grupo dedicada a la exploración y explotación de minerales. Su unidad Southern Copper Corporation tiene operaciones en México y Perú, ASARCO lleva a cabo proyectos en Estados Unidos y Minera Los Frailes, en España.

Para 2018 la empresa estima invertir 2 mil 583 millones de dólares, principalmente para terminar la expansión en la mina de Toquepala que aumentará la producción anual de cobre en 100 mil a 250 mil toneladas, un incremento de 69 por ciento en esta mina.

Adicionalmente, están considerando inversiones en proyectos de terminales de almacenamiento de combustibles y para la participación en la Ronda 3.1, que es la subasta de campos petroleros en aguas someras para la exploración y extracción de petróleo y gas.

Grupo México, uno de los mayores productores de cobre del mundo, reportó la semana pasada un fuerte salto en sus ganancias trimestrales, impulsadas por un aumento en sus ingresos que compensaron mayores impuestos.