La violencia e inseguridad desbordada en el país ha tomado su lugar en la campaña presidencial, como le corresponde. López Obrador anunció un amnistía al narco y presentó a quien será su Secretario de Seguridad Pública (Alfonso Durazo). Esto tuvo como consecuencia que el precandiadto del PRI hablara del tema.

En Nayarit, José Antonio Meade afirmó que la inseguridad tiene que ser abordada con planteamientos serios y acciones coordinadas en todo el país, "por lo que no se puede confiar en improvisados", en obvia referencia sus contrincantes.

"El trabajo en unidad, el trabajo con generosidad, el trabajo que identifica coincidencias, el trabajo y el discurso que une, no el discurso que separa, no el que siembra discordia, no el que siembra odio, no el que predica con violencia", apuntó Meade Kuribreña.

Sin embargo, luego de hablar de los "discursos que siembran discordia", lo que llamó la atención fue su reconocimiento de los errores de la actual administración en esta materia.

"Exige partir de la autocrítica, partir de reconocer que no nos gusta la inseguridad que se ve en el país, partir de reconocer que, si la inseguridad duele, es que nos hemos quedado cortos, que tenemos que hacer las cosas diferentes, que tenemos que quitarles las armas a los criminales, que tenemos que quitarles el dinero", afirmó Meade.

Estas declaraciones ocurren en medio del caos que han causado los actos de rapiña y saqueos en al menos tres municipios del Estado de México (Ecatepec, Tecámac y Zumpango), y en dos delegaciones de la Ciudad de México (Iztapalapa y Gustavo A. Madero).

Finalmente, el priista afirmó que la seguridad no puede confiarse a quienes, en su oportunidad, entregaron malos resultados, como lo había dicho antes sobre la gestión del candidato de Morena en el entonces Distrito Federal durante el sexenio 2000-2006.