Rosario Robles es la figura al interior del gabinete que más ha crecido a los ojos de Enrique Peña Nieto en el último año. Tuvo un rol crucial en la elección del Edomex, defiende desde enero en reuniones en Los Pinos que el candidato tricolor sea un ciudadano y está operando fuerte para que Ricardo Anaya no sea el abanderado del Frente Ciudadano.

Este ascenso sin pausa puede tener su corolario en una designación estratégica en la Segob como reemplazo de Miguel Ángel Osorio Chong.  Este giro además es alentado por el grupo de Luis Videgaray que quiere fuera del gobierno al hidalguense.

Robles tiene amplia relación con los gobernadores del PRI y también con los del PAN. Ha manejado recursos millonarios desde su oficina y conoce de operación territorial.

Los itamitas  quieren que Osorio deje Segob y que ya desde enero se retire en Hidalgo en donde podrá construir su nominación al Senado por elección.  Están convencidos de que el funcionario podría sabotear la campaña internamente o cuanto menos, dedicarle poco trabajo.

Ayer lunes Osorio se reunió con gobernadores aprovechando la Conago y con los ausentes habló por teléfono pidiendo respaldos para el candidato José Antonio Meade. El ex gobernador quiere seguir en su oficina hasta que la ley lo permite, o sea, finales del mes de abril del año que viene.

La postulación de Robles implicaría que la actual titular de la Sedatu declina de competir el año próximo y se dedica a acompañar el final de la administración.