Después de la victoria indiscutible de Los Pinos en la Asamblea Nacional del PRI, se abre un nuevo foco de conflicto en el tricolor. Es que la Comisión de Prerrogativas de Partidos Políticos del INE revocó la única victoria del grupo rebelde: el candado "anti-chapulines" que bajaba la opción de repetir candidaturas pluris a los popes del partido.

La resolución no es definitiva, pues el tema deberá ser abordado el próximo viernes durante el Consejo General del INE. Como sea, esta primera resolución prendió luces de un nuevo foto de rebelión entre los sectores conocidos como la "vieja guardia", que ya mostraron en Nuevo León su capacidad de respuesta.

Como reveló La Política Online, en Monterrey están convencidos que el escándalo en la toma de posesión de Pedro Pablo Treviño fue orquestada por ese grupo más tradiciones del tricolor, que no están conformes con la toma de cargos que está haciendo la "tecnocracia".

Ahora, la posible caída del candado anti-chapulines sería un nuevo golpe para este sector, que no logró imponer un método de selección abierto a la militancia, como proponía Ivonne Ortega.

LPO reveló en exclusiva los primeros encuentros que mantuvo Ortega con Alito Moreno -el nuevo operador top de Peña Nieto en el PRI-, en donde el todavía gobernador de Campeche se comprometió a mantener ese candado contra los pluris.

Esa promesa es clave de cara a 2018, pues Alito se convertiría en el nexo de Los Pinos con la tropa de mandatarios priistas, fundamentales para conseguir un apoyo blindado al candidato presidencial.

El malestar ya se hizo público y el apuntado es Enrique Ochoa. "El CEN está obligado a defender la constitucionalidad de la norma estatutaria aprobada por la Asamblea Nacional. Debe interponer un recurso de inconformidad ante el Tribunal Electoral, que es la instancia que tiene la última palabra en materia de constitucionalidad de las normas electorales", dijo José Encarnación Alfaro, uno de los voceros del sector rebelde.

La disyuntiva es importante: de mantener el candado, varios históricos líderes sectoriales -como Romero Deschamps, por citar un ejemplo- quedarían fuera de las cámaras. Dejarlo caer, abriría un nuevo foco de conflicto con un grupo del tricolor.