El resultado del Edomex genera movimientos en el gabinete, especialmente el ascenso de Rosario Robles, titular de la Sedatu, que según analizan en el Gobierno, hubo un mejor desempeño electoral en los municipios que le tocó maneja a la funcionaria que en los que intervino Luis Videgaray.

Robles orquestó la estrategia del PRI en los municipios rurales del occidente del Edomex donde el tricolor obtuvo una buena diferencia. El resultado en cambio fue malo en Texcoco, Neza y Ecatepec, ciudades del oriente que estaban bajo la supervisión del equipo del canciller.

La noche de la elección esto se fue muy evidente porque mientras Robles fue felicitada tres veces por el presidente, Enrique Miranda Nava, ni bien llegó, recibió una fuerte reprimenda por su incidente con las credenciales.

Este ascenso quedará reflejado en la confección del gabinete de Alfredo Del Mazo. Si bien Videgaray ubicará a los principales cuadros técnicos, ahora Robles también tendrá peso propio y se espera que designe por lo menos tres funcionarios en Desarrollo Social, Movilidad, Desarrollo Agropecuario y Trabajo.

La funcionaria quedó bien ubicada además de cara a lo que Enrique Peña Nieto ve como el futuro para frenar a Morena: un frente de los partidos mayoritarios. Se conoce en el Gobierno que Robles es la gran impulsora de Rafaél Moreno Valle dentro del PRI y que le ha cabildeado múltiples apoyos para su campaña entre gobernadores y alcaldes del tricolor. Esa cercanía sumada a la buena relación en sectores del PRD y a su pertenencia en la administración le dan a Robles una aura de gran armadora de ese frente que está buscando el presidente. Además, detalle no menor, no está afiliada al PRI.