Debido a la perspectiva negativa de los altos riesgos financieros que sufre Pemex, la calificadora Moody's Investors Services bajó ayer la evaluación crediticia de la petrolera desde B1 a B3.
Moody´s resaltó el deterioro de la calidad crediticia de la paraestatal, y las necesidades de efectivo crecientes que sufre. Con esto, Pemex queda solo a un paso de las calificaciones de riesgo sustancial, que van desde la Caa1 hasta la Caa3.
"La baja refleja las necesidades de liquidez incrementales de Pemex debido a mayores requerimientos de capital, un mayor costo de capital y a los elevados vencimientos de deuda que enfrentará en los siguientes dos a tres años"; compartió la calificadora.
Además, Moody's consideró que el apoyo que recibirá del Gobierno Federal pasó desde "muy alto" a "alto", esto debido al complejo panorama de deterioro de las condiciones fiscales del Ejecutivo durante el año.
También apuntó que Pemex sufrirá riesgos de negocio al continuar ampliando su capacidad de refinación sin emplear medidas que generen menos impacto al medio ambiente.
"La compañÃa enfrentará mayores riesgos de negocio al continuar ampliando su capacidad de refinación y al tratar de incrementar su producción. La acción también toma en cuenta que la falta de medidas de Pemex para reducir su exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), ha conllevado a algunos bancos a limitar su exposición a la compañÃa", refirió.
Se espera un vencimiento de deuda que alcanzará los 13, 700 millones de dólares y una disminución importante en el flujo de efectivo operativo a causa del negocio de refinación, el cual generó pérdidas por unos 31,500 millones de dólares entre 2019 y 2022.
Cabe recordar que Pemex reportó apenas 4,000 millones de dólares efectivos para hacer frente a sus vencimientos de deuda por 10,900 millones de dólares para 2024.
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