La candidatura a presidente de Manuel Velasco es un problema al interior del Partido Verde porque tanto Arturo Escobar como Jorge Emilio González prefieren apostar a una candidatura presidencial de Claudia Sheibaum, aspirante de Morena con quien ya tendrían acuerdo.

Velasco se destapó esta semana y las fricciones no demoraron. Cuando el senador comenzó a llamar a los estados para hacer planes de promoción la respuesta no tuvo variación: diferentes dirigentes le dijeron que la orden de Escobar y de Jorge Emilio era que solo se pintaran bardas para la jefa de gobierno de la CDMX.

Esto genera malestar en Velasco que entiende que su partido no debe acordar desde el inicio con la 4T. Escobar replica que ya hay acuerdos: que él estará en un eventual gabinete de Sheinbaum y que el Verde va a tener seis senadores plurinominales. 

Pero Velasco no cree en esas promesas: entiende que Sheinbaum y Mario Delgado desprecian al Verde y que eso se nota en el trato que dicho instituo recibe por parte del gobierno capitalino. "Claudia le dice que si a todos, va a llegar a Palacio con la presidencia hipotecada cinco veces", desliza el senador que tiene mejor relación con Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal que con la jefa de gobierno.

Velasco opera sobre un escenario en el cual Morena no tendrá un triunfo arrasador en la presidencial y en el que por lo mismo las bancadas pequeñas serán determinantes. Con ese argumento reclama que el Verde le de prioridad a su nominación.

Esto es muy complejo porque, desde ya, no es solo política.  El llamado Niño Verde tiene diversos acuerdos políticos en Quintana Roo en los que forma parte Andrés López Beltrán, hijo presidencial. Y si bien está un tanto alejado de la operación diaria, Escobar es su satélite.