El 30 de mayo pasado fue asesinado Sergio Emmanuel Martínez Covarrubias, administrador de Operación Aduanera de Manzanillo, quien había sido designado por Rafael Marín Mollinedo, el cuarto de una lista de civiles encargados de la Agencia Nacional de Aduanas.

De acuerdo con fuentes al interior del Gabinete, el propio Marín había recibido amenazas de este tipo y así se lo había revelado al presidente López Obrador. Dos temas aceleraron la salida de Marín de las Aduanas; por un lado, el descontrol de dinero y mercancías continuó.  

Y por otro, la militarización de Aduanas. Luego de Ricardo Peralta, Ricardo Ahued, Horacio Duarte y Marín llega al control de las Aduanas el quinto: un hombre de armas, el general André George Foullon. La entrega de otra parcela del Gobierno a las Fuerzas Armadas.

AMLO confirmó la salida de Rafael Marín de Aduanas y designa a un general en retiro

Como es conocido, bajo la 4T los administradores de las aduanas los puso la Marina y el Ejército, mientras que en las subadministraciones operan civiles. Marín aceptó ceder el control operativo en su convivencia diaria con las Fuerzas Armadas, pero nunca tuvo un contrapeso real en sus subadministradores, plegados a las órdenes castrenses.

"Quién controla a los militares", llegó a cuestionar Marín en charlas con empresarios importadores que revelaron a esta redacción que cuando manifestó esto al titular del Ejecutivo se interpuso el general Audomaro Martínez, director del Centro Nacional de Inteligencia, con información de presunta corrupción del funcionario.

En medio del estira y afloja entre civiles y militares, emergió la urgencia del tema del fentanilo directamente desde la Casa Blanca. China culpando a la anarquía en las aduanas de México por donde entra el precursor químico, y la tensión entre Marín, Audomaro y las Fuerzas Armadas. La presión de Antony Blinken tuvo éxito y ahora las aduanas serán vigiladas enteramente por militares.