Hoy miércoles Claudia Sheinbaum marcó una distancia calculada del pleito de Tatiana Clouthier con el académico Alfredo Jalife, quien fuera detenido por orden de un juez de Nuevo León. La candidata de Morena rápidamente dijo que los temas de difamación deberían pertenecer al fuero civil y no al penal.

En el entorno presidencial existe una lectura más política de lo sucedido. Allí se conoce la estrecha vinculación que Alejandro Moreno Cárdenas cultiva con el PRI de Nuevo León, que precisamente tiene fuertes ramificaciones en juzgados y fiscalías estatales. A partir de esa conexión creen que Alito orquestó el arresto de Jalifa (que además es un intelectual afín a la 4T) para instalar la imagen de que Sheinbaum es una candidata autoritaria.

Los dos principales socios de Alito en la entidad norteña son Francisco Cienfuegos y el exalcalde regio Adrián De la Garza, ambos con gran capacidad de cabildeo judicial, de hecho De la Garza tiene altas chances de ser el próximos fiscal estatal.

El poder del PRI en los juzgados de Nuevo León queda en evidencia casi a diario en la disputa de este partido con el gobernador Samuel García. En las instancias locales gana casi siempre el PRI mientras que en las federales los resultados son más parejos.

El titular del Poder Judicial de Nuevo León es Arturo Salinas que tiene buena amistad tanto con Cienfuegos como con De la Garza. Ese buen predicamento del tricolor se expande a fiscalías, Auditoría Superior del Estado y demás organismos autónomos. En la 4T dicen que Alito se valió de estos contactos para complicar a la campaña de Sheinbaum.

De confirmarse la tesis, sería una nueva demostración del peso que ha ganado el PRI de Nuevo León en el aparato de Xóchitl Gálvez: el fin de semana tumbaron la candidatura presidencial de Samuel y ahora siembran un conflicto al interior de la 4T.

Jalife tiene diálogo con diversos secretarios de Estado, fue fundador de Morena y tiene nexo directo con actores como Adán Augusto López Hernández, Rocío Nahle o Marcelo Ebrard.