Andrés Manuel López Obrador dijo que el voto en la ONU de México a favor de que Rusia pague a Ucrania los daños ocasionados por la guerra, "es una decisión de la embajada de México en Estados Unidos", en referencia a la representación del paÃs en el organismo internacional. Una clara desautorización al embajador Juan Ramón De la Fuente que vuelve a evidenciar lo ya conocido en ámbitos diplomáticos: el embajador ante las Naciones Unidas tiene muy poca sintonÃa con lo que sucede en Palacio Nacional.
El gran problema de De la Fuente es que el presidente lo culpa por el fracaso que resulto el sistema de compra de medicamentos a través de un mecanismo de la ONU. Un desabasto, que según aseguran cerca de López Obrador, será transexenal. Ese desabasto también explica la intención del Gobierno de los dÃas pasados de entablar una demanda contra la ONU por la falta de provisión a México de vacunas contra el Covid.
De la Fuente está en la mira porque fue un gran entusiasta del mecanismo de compra de medicinas de la ONU y embarcó en ese proceso al subsecretario Hugo López Gatell que también resultó golpeado por la crisis de falta de medicinas. En Palacio Nacional creen que este drama explica en parte porque se perdió media CDMX el año pasado en las elecciones.
El embajador incluso intentó acercar posiciones y consiguió que el pasado mes de octubre la ONU premiara a México por su sistema de colaboración con el organismo para la compra de medicamentos. Detalles de la vida protocolar que a López Obrador lo tienen sin cuidado.
Este es el problema de fondo, ni Rusia ni Ucrania, y se combina con el dato de que el embajador está completamente alineado con el canciller Marcelo Ebrard y su aspiración sucesoria, asà como también su estrecha cercanÃa con el grupo que conduce la UNAM y que el presidente rechaza.
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