Desde ayer martes en la tarde Mario Delgado se comenzó a comunicar con los candidatos de la 4T a las nueve gubernaturas en pugna y que el viernes serán anunciados.

Según pudo conocer LPO, en esas llamadas el dirigente es muy insistente en detectar quienes son los principales heridos en cada distrito para luego acordar con Claudia Sheinbaum de qué forma se los integrará a su armado político. El mandato es que ningún inconforme quede afuera.

Esto a partir de que Sheinbaum asume que en entidades como Veracruz, Tabasco y Chiapas tanto el Frente opositor como MC están a la espera de un rompimiento para captar a los inconformes.

Es tal esa vocación que se comienza a evidenciar en ciertas latitudes. En Jalisco ya pidió que haya acercamiento con Antonio Pérez Garibay, padre del corredor Checo Pérez, y que no va a ser candidato a gobernador, aunque él esté convencido de lo contrario.

En Puebla ha pedido que se contenga a Ignacio Mier, que invirtió mucho dinero en su proyecto a gobernador y que tampoco será candidato.

El desafío mayúsculo para esa unidad está en la CDMX donde cerca de Sheinbaum ya dan por descontada la nominación de Omar García Harfuch a no ser que Andrés Manuel López Obrador intervenga de último minuto.

Clara Brugada no solo tendrá la nominación al Senado e Iztapalapa, sino también influencia en el Congreso local y otras alcaldías. Sheinbaum está convencida de poder alcanzar una síntesis entre una base de morena movilizada y una candidatura de García Harfuch que no tiene sintonía con dicha franja ideológica.