Fue claro que de poco sirvió el cabildeo de la cúpula del PRI para que dos hombres y dos mujeres (dos priistas y dos panistas) se enfrentaran en la elección primaria del Frente Amplio, tal y como lo informó esta redacción. Sólo tres pasaron a la ronda final.

De acuerdo con los resultados, Xóchitl Gálvez obtuvo el 38.3% de las preferencias en la encuesta que se aplicó en tres mil viviendas y en tres mil cuestionarios vía telefónica, mientras la priista Beatriz Paredes recibió el 26% y el panista Santiago Creel el 20.1%.

Enrique de la Madrid quedó así eliminado, según el guión de los dirigentes partidistas (Alito Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano) y la cúpula de Va por México (Claudio X. González y Gustavo de Hoyos) que no le permitió renunciar, cuando en un arranque de valentía el hijo del expresidente iba a sumarse a las bajas de Claudia Ruiz Massieu y Alejandro Murat.

Samuel supera a Colosio en carrera presidencial; Xóchitl y Sheinbaum lideran sus fracciones.

En ese domingo 2 de julio -parece lejanísimo- De la Madrid reculó y según expresó en una grabación, le apostaría todo al proceso interno del Frente Amplio, luego de una llamada con Alito Moreno y Rubén Moreira. El resultado fue un mes más dentro de la jugada, aunque en su equipo ya exigen que sea el candidato opositor en la Ciudad de México.

No está claro qué le ofrecieron al extitular de la Secretaría de Turismo, pero de que tendrá futuro en el PRI de Alito Moreno no hay duda. Aunque no está feliz. Contra los mensajes llenos de buenos deseos en sus redes, De la Madrid soltó en privado a varios periodistas que cubrían puntualmente sus eventos que Marco Baños y Alejandra Latapí lo bajaron a la mala.

Le impidieron llegar al final del proceso, agregó De la Madrid, por las mismas razones que hicieron a un lado a Miguel Ángel Mancera y Jorge Luis Preciado, y el resto: no estaban entre los tres finalistas que palomearon desde hace dos meses. Tampoco, de inicio, se le anotó en el proceso de CDMX, pero la inversión a su campaña tendría este nuevo rumbo.

Ahora no sólo el proceso de recolección de firmas sino la encuesta misma sería cuestionada por los participantes. Los magistrados del Tribunal Electoral tendrán que ponerse de acuerdo con el Frente Amplio para evitar que las voces que acusan simulación crezcan y enloden el proceso que se anticipa a favor de Xóchitl Gálvez.