El encuentro de Yeidkol Polevnsky del martes por la noche con hombres de negocios en Monterrey tuvo un epicentro que interesa a todo el empresariado cuando se analiza la figura de Andrés Manuel López Obrador de cara a 2018: el control del gasto público. La secretaria general de Morena planteó, en la casa de Mario Ramirez (titular de Arzyz), que de triunfar su espacio en las presidenciales, se implementará un fuerte ajuste en los sueldos de los funcionarios.

Este fue un punto de debate con los empresarios porque estos tienen la convicción de que salarios bajos en el sector público son contraproducentes porque estimularían al máximo la corrupción en áreas clave del Gobierno. "La honestidad no puede tener precio", expresó Yeidkol en un tema en el cual se mostró inflexible.

Los hombres de negocios abogan, por lo general, por un Estado más limitado en sus alcances y estructuras pero prefieren una burocracia bien remunerada. Esta matriz la planteó en el foro de Canacintra hace dos semanas Ricardo Salinas Pliego.

En el encuentro Yeidkol terminó por confirmar que, junto con Vidal Llerenas, serán los principales interlocutores de AMLO con el empresariado regiomontano ya que en esos círculos Alfonso Romo no termina de ser aceptado por viejas rencillas.

Luego hubo consultas concretas sobre la situación de Estados Unidos y cómo reaccionaria dicho país a una administración de Morena. La ex senadora dijo que AMLO decidió no entrometerse en el proceso electoral de EU y que confía en que esa actitud se replique ahora por parte de la Casa Blanca. Aseguró que habrá un manejo profesional del vínculo y siempre defendiendo los intereses mexicanos.

Otro punto de cierta tensión fue cuando uno de los invitados preguntó por el supuesto de que uno de los hijos de AMLO sería propietario de una Ferrari. La protagonista de la velada rechazó esas versiones y dijo que solo se trata de eventos para desprestigiar al dirigente de Morena.