Nuevo León recibirá 281.2 millones de pesos para políticas de seguridad en 2017, es decir, 31% menos que lo programado para el 2016. Esta disminución se da a la par de la caída de 12 por ciento para el Estado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2017, en comparación con lo aprobado para este año, además de que no se etiquetaron recursos para proyectos estratégicos.

Más allá de lo administrativo, el dato encierra un costado político a considerar: Miguel Ángel Osorio Chong es el principal sostén de Jaime Rodríguez Calderón en el gabinete de Enrique Peña Nieto. Osorio está convencido de que una candidatura del Bronco apoyará las chances del PRI, o sea, sus chances, si es que logra hacerse de la candidatura.

El vínculo del gobernador con el círculo primario presidencial quedó muy afectado cuando esto año, horas antes de las elecciones en distintos estados, el Bronco se despachó con denuncia de corrupción contra Rodrigo Medina. 

Según explicaron a LPO cerca de de Osorio, el recorte en el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados (FASP) no se debe a una cuestión política: simplemente, explican, hubo una enorme sub ejecución de ese fondo durante el 2016 y por eso se reduce para 2017. En el mes de Octubre de los recursos asignados se habría gastado solo el 22%. Una mala novedad para el procurador Roberto Flores y para el secretario de Seguridad Cauthémoc Antúnez.

El FASP tiene como prioridad apoyar el combate al crimen y fortalecer las corporaciones estatales de seguridad y justicia.

Entre los rubros en que pueden invertirse los recursos están inversión en la profesionalización, equipamiento, establecimiento de bases de datos criminalísticas, la compatibilidad de los servicios de comunicaciones de las redes locales, el servicio telefónico nacional de emergencia y el servicio de denuncia anónima.

También tiene como regla aplicarlo en construcción, ampliación y mejoramiento de instalaciones, y el seguimiento y evaluación de las corporaciones policiacas.